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El humor gráfico y la Guerra Civil. Índice genera | Historia

Franco y Azaña


La Ametralladora, 24/10/1937 - L'Esquella de la Torratxa, 23/10/1936 (1)

Tras la muerte de los generales Sanjurjo (julio de 1936) y Mola (junio de 1937), Franco quedó como líder único de los militares sublevados. Por su parte, Azaña, a partir de mayo de 1936 y hasta el final de la guerra, ocupó la presidencia de la República (después de haber sido, anteriormente, Presidente del Gobierno). El resultado fue que Franco, sobre todo desde el inicio de la guerra, y Azaña, ya desde la proclamación de la República, fueron caricaturizados y satirizados de forma reiterada, durante aquellos años.

Ya hemos dicho que, en general, hemos optado por un relato que priorice temas, antes que protagonismos personales (2). No obstante, es obvio que algunos protagonismos no se pueden eludir. De entrada, estos dos, los de Franco y Azaña, por su indiscutible importancia.

Y no solo por esto, sino también (dentro del contexto de esta historia ilustrada con viñetas), por cómo fueron tratados en las revistas humorísticas y satíricas de uno y otro bando. Porque estos tratamientos son un buen ejemplo del trabajo de propaganda, de crítica y ridiculización sistemática del contrario, que se hacía en estas revistas. (3)

En las revistas satíricas republicanas, Franco era presentado de formas distintas, en ocasiones combinadas: como un dictador sanguinario y desalmado, como un peón de Mussolini y Hitler, y como un afeminado. Y en las publicaciones de los sublevados, Azaña era presentado, en parte, de forma parecida: como un dictador, y también como un peón, en su caso de Stalin.

Como norma, el objetivo de las caricaturas no era reflejar la personalidad del personaje, sino, a partir de características reales o no, "inventar un personaje" cuya representación en las viñetas sirviera, fundamentalmente, para denigrarle, a él y a su causa.

Páginas relacionadas:

Franco


Carnicero. La Traca, 23/9/1937


No Veas. 28/8/1937


Para lo que sirven los militares sublevados.
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Carnicero. La Traca, 10/3/1937


Carnicero. La Traca, 16/6/1937


Bofarull. El Diluvio, 24/11/1936


-¡Así usted quiere salvar a España!
-¡Sí. Y España soy yo!
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Aloza. L'Esquella de la Torratxa, 26/8/1938


FRANCO QUIERE REFORMAR LOS MANDAMIENTOS
El soldado popular. -El señor Franco está servido.
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Alfaraz. No veas, 25/9/1937

Azaña


"Me ha bastado dictarlo a mi mecanógrafa"
HE AQUI AL DICTADOR
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Gracia y Justicia, 7/11/1931


K-Hito. Gracia y Justicia, 7/11/1931


Piro. Domingo, 28/3/1937

La anterior viñeta, de dos meses antes de los Hechos de Mayo de 1937, hace alusión a la dependencia de los anarcosindicalistas que tenía el Gobierno. La siguiente, ya de 1938, con Azaña entre rejas, es también una alusión a esta dependencia.


Tono. La Ametralladora, 10/7/1938


LA VICTORIOSA OFENSIVA
EL OBJETIVO FINAL
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AS. La Ametralladora, 24/4/1938
En primer lugar, Azaña, a su izquierda, Indalecio Prieto y dos políticos más republicanos, todos con piel de sapo.

Como ya se ha dicho, Azaña era cuestionado tanto por las derechas como por parte de las izquierdas:


-¡Ven, ven! Piquemos los dos al unísono, que ya está a punto de caer.
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Soka. El Be Negre, 20/3/1935

El aspecto poco agraciado de Azaña era un motivo recurrente en las viñetas. En la siguiente viñeta, se da el caso curioso que se publica en La Traca (anticlerical y republicana), una viñeta publicada antes en ABC (de derechas y monárquico).


EN LA RAMBLA DE LAS FLORES
-¿Es Bello?
- ¡No, mujer! ¡Cómo va a ser Bello si es Azaña!
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La Traca, 20/1/1934


Orbegozo.Gracia y Justicia, 14/11/1931

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(1) La caricatura satírica de Azaña pertenece a una aleluya dedicada a doce políticos de la República durante la guerra; la firma del autor es ilegible. La de Franco es de Oxymel (José Altimira).
(2) Una priorización, sobre todo, con el objetivo de facilitar la comprensión del relato a quienes no estén familiarizados con aquella etapa de la historia de España. Incluir más referencias personales implicaría el necesario aumento de los respectivos contextos y, con ello, un aumento de la extensión total del relato, lo que iría en contra de nuestro propósito de síntesis, de texto meramente introductorio.
(3) Con la peculiaridad, ya mencionada en otras páginas, que en la zona republicana, a causa de las distintas fuerzas políticas existentes y sus discrepancias, Azaña también podía ser satirizado. Algo que, como ya hemos también mencionado, era impensable, en las publicaciones de los sublevados, el hecho de que pudieran publicar la más mínima ironía sobre Franco.

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