Gallego & Rey (caricatura
de J.M. Aznar y G. Bush) . "1996-2004; ocho años de bigotes", El
Jueves, 2004
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"El
santo y seña del humor gráfico es la caricatura. Con sus
rasgos juguetones y sus trazos exagerados nos está avisando que
aquello debe ser leído con las luces de la inteligencia encendidas."
Lorenzo
Gomis. La Vanguardia, 19-4-2004
"El
arte del dibujo humorístico es principalmente el de la caricatura:
caricatura del carácter, la expresión, los sentimientos,
las ropas, los objetos."
Ros
Thomson y Bill Hewison. Ed. Tursen / Hermann Blume. Madrid, 1996
La caricatura, además,
habitualmente se suele caracterizar por su objetivo de ridiculizar la persona
objeto de la caricatura. De hecho, este aspecto es el principal en
la definición de algunos diccionarios.
Como en el caso del
humor negro y satírico, en sus versiones más agresivas la
caricatura puede ser motivo de reflexión sobre su aportación
a la mejora, o al deterioro, de las relaciones entre las personas; a la
iluminación, o al oscurecimiento y la crispación, de cualquier
debate.
Por ejemplo, la mayoría
de caricaturas elaboradas en periodos electorales suelen tener un carácter
marcadamente partidista (mientras que los chistes sobre las elecciones
que no recurren a la caricatura suelen ser más imparciales).
"Se
trata de captar el parecido con una persona conocida -a menudo una celebridad-
y distorsionar sus rasgos y expresiones hasta que emerge un elemento ridículo.
La caricatura puede llegar a convertirse en un deporte cruel. [...] Esta
tradición 'agresiva' se refleja muy a menudo en las caricaturas
políticas: cuando el presidente Reagan aparece como un Supermán
geriátrico, o cuando Margaret Thatcher aparece con armadura como
la 'Dama de Hierro', las caricaturas no son más que un elemento
en la estructura del ataque. En estos casos, el artista es primero un comentarista
político y en segundo lugar un caricaturista."
Ros
Thomson y Bill Hewison. Ed. Tursen / Hermann Blume. Madrid, 1996
Pero la caricatura también
puede ser amable y no incorporar esta intención de ridiculizar o
agredir. Por ejemplo, puede ser un recurso útil en el entorno del
humor blanco. La reflexión sobre las versiones más agresivas
de la caricatura se puede completar con esta posibilidad más amable
y benigna.
Una última
cosa a tener en cuenta: como es obvio, cuando los personajes y los hechos
caricaturizados en este tipo de chistes dejan de ser de actualidad, los
chistes pueden llegar a ser incomprensibles. Por ejemplo, ¿qué
alumno/a, hoy, entendería la ironía de las caricaturas de
Aznar y Bush del principio de la página? Por lo tanto, si se usan
este tipo de viñetas en el aula, será siempre necesario que
sean actuales, o contextualizarlas adecuadament (o ambas cosa a la vez). |