La pena de
muerte y la tortura a través de la pintura
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Fusilamiento del Emperador Maximiliano
(1867). Edouard Manet
En 1864, el archiduque Maximiliano de
Austria fue llevado al trono de México por Napoleón III. El objetivo
era conservar un estado títere sometido al neocolonialismo francés
tras el período revolucionario. Esta política no fue vista con
buenos ojos por el pueblo francés, ya que sus gobernantes se vieron obligados
a subir los impuestos para financiar la empresa. En cuanto las tropas francesas
que habían apoyado al nuevo emperador se retiraron del territorio mexicano,
los nacionalistas del liberal Juárez capturaron y fusilaron al intruso,
junto a sus generales Miramón y Mejía, el 19 de junio de 1867,
en Querétaro. El suceso motivó la airada crítica de los
liberales y los republicanos franceses, entre los que se contaba Manet, que
interpretó este episodio desde el punto de vista del crítico feroz
al sistema imperialista del régimen francés. Así, Maximiliano
aparece como el chivo expiatorio de los pecados de Francia, fusilado por un
escuadrón de soldados que no visten el uniforme mexicano sino el francés,
ataviados con el kepis para culpar a Napoleón III del suceso. Esta provocación
al gobierno fue contestada mediante la prohibición a Manet de exhibir
públicamente el lienzo, veto que se mantuvo hasta 1879.
[Fuente:/www.artehistoria.com/genios/cuadros/22.htm
(2006)]