Croquis
del barco negrero Brookes
(y su utilización
en el Parlamento inglés)
Más información sobre la
trata atlántica y la abolición de la esclavitud (incluida
en el apartado sobre la Historia
de los derechos humanos)
El barco negrero Brookes (1789).
Fragmento de la bodega de proa.
Dentro del novedoso proceso global
de concienciación sobre la inmoralidad de la trata de esclavos que
se desarrolló en el Reino Unido entre los años 1788 y 1807,
se produjo lo que Hugh Thomas considera el "primer ejemplo del uso de ayudas
visuales para fines de propaganda política", en referencia a la
utilización del dibujo del barco negrero Brookes (1789) para sensibilizar
a los parlamentarios ingleses y a otras autoridades.
"En el debate en la Cámara de los Lores, Thurlow, molesto por la actitud de Pitt, la llamó irónicamente un 'ataque de filantropía de cinco días'. La burla era inexacta, pues la trata había comenzado a obsesionar al público. Era asombroso cómo el Comité Abolicionista, utilizando sus conexiones cuáqueras, había despertado a la opinión. Incluso en Liverpool hubo reuniones del movimiento abolicionista. Dos terceras partes de la población masculina de Manchester firmaron una petición para que se pusiera fin a la trata. Cien ciudades más la siguieron.[...]
"El capitán Perry, de la armada real, visitó Liverpool por encargo de la comisión y examinó varios buques, entre ellos el Brookes, al mando de Clement Noble, (...) este barco, de doscientas noventa y siete toneladas, podía transportar seiscientos nueve esclavos, y pertenecía a su constructor, James Brookes. Perry envió a Clarkson un meticuloso plano del buque y de cómo se encajonaba a los esclavos durante la noche, como si fueran sardinas en una caja. Este diagrama fue muy utilizado. Un joven pastor protestante, Thomas Burgess, lo comparó con el Infierno de Dante. El dibujo llevó a William Grenville, primo de Pitt y más tarde primer ministro, a decir que 'en el viaje de los negros desde la costa africana hay más desgracia humana condensada en un espacio muy reducido de lo que se haya encontrado hasta ahora en cualquier otro lugar de este globo'. Muchos años después, Wilberforce consiguió que le fuera mostrado el diagrama al papa Pío VII, que se emocionó mucho. El hecho de que el diseño fuera ligeramente erróneo, pues omitía el espacio necesario para llegar a los esclavos con el fin de alimentarlos y de sacar a los muertos, no afectó al impacto que tuvo."
[...]
"Clarkson se reunió con todos ellos y les mostró el diagrama del buque negrero Brookes; cuando Mirabeau lo vio, ordenó a un ebanista que hiciera una miniatura en madera, de aproximadamente un metro de largo, en el que 'se veían pequeños hombres y mujeres de madera, pintados de negro para representar a los esclavos, amontonados en su lugar: El obispo de Chartres [Jean-Baptiste-Joseph de Lubersac, que ya habla dado muestras de liberalismo al votar en los Estados Generales por la abolición de los derechos de caza]... me dijo que... no había dado crédito a todo lo que había oído contar sobre la trata hasta que vio este diagrama, después de lo cual no había nada tan bárbaro que no se lo creyera...'. En efecto, el impacto de este primer ejemplo del uso de ayudas visuales para fines de propaganda política resultó prodigioso y Clarkson fue bien recibido en todas partes. A fin de cuentas, la Declaración de los Derechos del Hombre de agosto de 1789 afirmaba que 'los hombres nacen libres y son iguales ante la ley' y, según el artículo séptimo, nadie podía ser detenido sin decisión judicial. ¿Cómo, entonces, justificar la esclavitud?"
Hugh Thomas. La trata de esclavos. Ed Planeta, Barcelona, 1998 (p. 503, 504, 514)