La guía, de la que se han editado 50.000 ejemplares con el apoyo de la Cátedra Ethos de la URL, realiza una breve descripción del contenido de 55 videojuegos y establece unos tramos de edad recomendados. Así, por ejemplo, de Shrek Susperslam se dice que es para la PS2 de Sony que cuesta 29,95 euros y para mayores de 12 años. "Tomando como excusa los personajes de la saga Shrek -dice la guía-, nos presentan un juego de lucha donde puedes escoger 20 personajes como por ejemplo Fiona (la princesa) el Gato con Botas o el propio Shrek, entre otros. El objetivo del juego es la lucha cuerpo a cuerpo entre dos de los personajes de la película. Para superar a los contrincantes tendréis que aprender varias tácticas de lucha que progresivamente se irán complicando y que requieren mucha habilidad y un alto grado de conocimiento del mando".

La guía ha sido elaborada por los profesores Jordi Busquet, coordinador del grupo de investigación Violència i Comunicació de la facultad de Comunicación Blanquerna; Silvia Morón, Daniel Aranda y RosaÀuria Munté. La iniciativa intenta que sus hijos entienden los códigos de comunicación de los juegos y que para ellos son muy complejos. Es más, si alguna vez intentan jugar con sus hijos, se dan cuenta de que nunca podrán seguirlos.

Los expertos que han participado en este proyecto consideran sin embargo que es muy importante que los padres no dejen solos a sus hijos, y más cuando se sabe que hay videojuegos que contienen escenas inadecuadas o que contravienen los valores y las preferencias familiares. Se recomienda incluso que antes de comprarlo se pueda alquilar o pedirlo a algún conocido para hacerse una idea y luego acompañar a los menores tanto en la compra como en las interpretaciones de sus contenidos. El Ministerio de Sanidad y Consumo también ha lanzado una campaña de 500.000 folletos con un decálogo para orientar a los adultos.