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De la violación como un arma de guerra
Leonard Doyle.
El País, 8-1-1993
Las fuerzas serbias en Bosnia han participado en operaciones organizadas de violación de mujeres, adolescentes y hasta niñas musulmanas, tras decidir convertir la violación en un arma de guerra, según un informe confidencial del Consejo de Ministros de la Comunidad Europea (CE). No menos de 20.000 mujeres han sido víctimas de esta táctica bélica. El documento señala que "la violación o la amenaza de violación" se ha empleado y se sigue empleando como un elemento más de la política de limpieza étnica, desarrollado por los serbios en Bosnia con el objetivo de aterrorizar a la comunidad musulmana y acelerar el abandono de sus hogares. Muchas de las víctimas, incluidas niñas de hasta seis y siete años, han muerto como consecuencia de las heridas recibidas, y las consecuencias del trauma psicológico infligido a las musulmanas están todavía por apreciarse en su dramática dimensión. Investigadores comunitarios van a viajar este mes a Bosnia para investigar las informaciones de que muchas de las mujeres que han quedado embarazadas son mantenidas prisioneras hasta que dan a luz.

Los redactores del informe, que se han entrevistado con mujeres violadas y con funcionarios de la Cruz Roja y del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para, los Refugiados, han recibido "declaraciones y documentos de fuentes serbias que muestran claramente que tales acciones se desarrollan en un contexto expansionista".

David Andrews, ministro de Asuntos Exteriores irlandés, dice que los informes "prueban la existencia de un alto número de violaciones de musulmanas, que forman claramente parte de una táctica" y que no hay duda de que "algunas de las violaciones se perpetran de forma particularmente sádica con el objetivo de infligir la máxima humillación a las víctimas". Según él, "la violación se ha convertido en un instrumento y no en una consecuencia de la guerra".

Las jóvenes son violadas en presencia de sus padres, las madres ante sus hijos y las esposas ante sus maridos. Los violadores son, con frecuencia, conocidos de sus víctimas. Una mujer violada dice en el informe: "Eran todos vecinos y me sacaron de casa y me llevaron a la casa de un vecino al que habían matado a tiros. Y allí había cuatro muchachas y se las llevaron una a una a otra habitación y no hubo nada que dejaran de hacernos. Hicieron con nosotras todo lo que quisieron".

El informe, que todavía es secreto, ha sido enviado a los ministerios de Exteriores comunitarios y a las Naciones Unidas, que ha establecido una comisión sobre crímenes de guerra en Ginebra. Informaciones de prensa sobre violaciones de musulmanas en Bosnia han sido habituales desde el pasado verano, pero hasta hace poco tiempo no han comenzado a intervenir instituciones internacionales como el Consejo de Seguridad de la ONU y la CE.

El documento señala que "no hay palabras para expresar la enormidad del sufrimiento que se está infligiendo a la población civil" de Bosnia.