Grup d'educació
 Derechos de las mujeres  > Otros textos

En 2005, más de mil violadas fueron atendidas en el hospital Benson de Liberia

Aloïs Hug, encargado de prensa de Médicos Sin Fronteras. El País, Domingo, 7-5-2006 (fragmentos)
Liberia vive un rayo de esperanza, pero sólo uno
Tras una guerra en la que dos tercios de las mujeres sufrieron violencia sexual, sólo un hombre ha sido condenado
Tímida y avergonzada, Cecilia habla susurrando. En cierto momento de la entrevista, sin embargo, su voz se hace más firme. "No volveré a casa. Allí me encontraría con los chicos que me hicieron esto. Además, la gente, cuando me vea, sabrá lo que me ha pasado, y eso me daría mucha vergüenza".

A Cecilia, de 17 años, la violaron unos chicos de su pueblo el pasado enero, una noche que había ido a bailar a un local cerca de su casa. "Insistieron para que tomara una bebida", recuerda. "Después de tomarla, me sentí dormida, como ida... Me violaron. Eran siete".

Cecilia conocía a varios de sus agresores. Al día siguiente fue con su madre a denunciarles a la policía. Detuvieron a tres. Cuando el asunto llegó ante el juez, las familias de los agresores, muy conocidas en la comunidad, pagaron un dinero y todos quedaron en libertad. Desde entonces vive en una casa de acogida en Monrovia y no ha vuelto a la escuela.

El caso de Cecilia no es aislado. Representa más bien la norma para las víctimas de violación hoy día en Liberia. Dos cifras resumen la situación. En 2005, más de mil víctimas fueron atendidas tan sólo en el servicio de violencia sexual del hospital Benson, en la capital del país, Monrovia. En los últimos tres años, únicamente un agresor ha sido condenado a ir a la cárcel.

[...]

La contienda acabó, pero el problema persiste. Aunque no se encuentran estadísticas nacionales al respecto -no las hay de nada hoy en Liberia-, todas las personas que trabajan sobre este asunto coinciden en que la violencia sexual sigue estando muy extendida. Uno de los legados de la guerra, los ex combatientes, son responsables de buena parte de estos actos. "Estos jóvenes crecieron durante la guerra, acostumbrados a tomar lo que querían; no tienen idea del bien y del mal", comenta Marie Kolenky, una liberiana responsable del programa de Violencia de Género del Comité Americano para los Refugiados.

En 2005, 1.214 personas fueron atendidas en el servicio de violencia sexual del hospital Benson, llevado por la ONG Médicos Sin Fronteras. Es uno de los pocos de este tipo en Liberia y el único en Paynesville, un distrito de la capital en el que malviven 300.000 personas. En los tres primeros meses de 2006, el número de nuevos casos estaba en ligero aumento. Pero, mientras hace un año la mayoría de las personas tratadas (70%) eran mujeres que habían sido violadas durante la guerra y seguían padeciendo trastornos, hoy más del 60% son casos de violencia reciente. "Es difícil saber si este aumento se debe al incremento de casos de violencia en general o al hecho de que la gente se ha vuelto ahora más sensible a este problema y denuncia más casos", explica Rebeca Singer, la responsable del servicio.

[...]