Cine
y derechos humanos
El cine
en el aula. Citas de distintas publicaciones y autores/as
Lecciones de cine
Pedro Miguel Lamet, José María Ródenas, Domingo Gallego. Ed. Mensajero. Bilbao, 1968
El cine, en su todavía corta historia, ha llegado a la madurez de manifestación artística sustantiva. Prueba de ello es la importancia, cada día más elevada, que está adquiriendo en los programas docentes de no pocas naciones, tanto en las enseñanzas primaria y secundaria como en el ámbito de la investigación superior y en su irrupción en la Universidad. El signo masivo que, por otra parte, caracteriza al cine en nuestra sociedad pide una urgente atención para encauzar a la que ya frecuentemente denominamos civilización de la imagen. Es del dominio común que ningún hombre responsable, que quiera vivir en las corrientes de nuestro siglo, puede inhibirse de un mínimo nivel de cultura y educación cinematográficas.
El cine y el siglo XX
Ángel Luis Hueso. Ed. Ariel. Barcelona, 1998
Hemos visto cómo la sociedad que queremos analizar se encuentra vinculada profundamente a la realidad audiovisual; dentro de este conjunto el cine se ha ido convirtiendo no sólo en un espectáculo de amplia difusión geográfica y social, sino en un escaparate en el que se muestran muchas de las peculiaridades de nuestro mundo. Este carácter testimonial es el que nos lleva a propugnar la necesidad de utilizar el cine para poder conocer e interpretar las claves propias de la sociedad contemporánea.
Películas para usar en el aula
Josefina Martínez (Coord.). UNED. Madrid, 2003
¡Cuántas veces hemos aprendido geografía, literatura, arte, y hasta a pensar, después de ver una película! Y hemos asociado los conocimientos recibidos en nuestra formación académica con secuencias que han pasado raudas ante nuestros ojos. Quién no ha escuchado en su interior la música de "Lawrence de Arabia" cuando ha tratado de explicar algunos aspectos de la vida en el desierto y la lucha de los árabes contra los turcos durante la I Guerra Mundial, o quién no ha sentido la tragedia de Rick en "Casablanca" al comentar la persecución de la Gestapo a la Resistencia, y quién no ha evocado con cariño las imágenes de "¡Bienvenido Mr. Marshall!" para recordar la ayuda americana en los años 50…
100 películas sobre Historia Contemporánea
José María Caparrós Lera. Alianza Editorial. Madrid, 2004
Que el arte cinematográfico es un testimonio de la sociedad de su tiempo, hoy nadie lo duda. Es más, el film es una fuente instrumental de la ciencia histórica, ya que refleja, mejor o peor las mentalidades de los hombres de una determinada época. Además –insisto-, las películas pueden ser un medio didáctico para enseñar Historia.
Obviamente que la evocación de la Historia ha supuesto para el cine uno de los géneros primigenios y más populares. En la actualidad, el film histórico se confunde con el cine de ficción, pues toda película es de algún modo histórica, viene a ser –diría el primer especialista Marc Ferro- un "contra-análisis de la historia oficial"; pues no interesa tanto el rigor de la reconstitución del pasado, sino cómo ven ese pasado los cineastas de hoy, influidos por lo que se piensa del ayer en ciertos estratos de la sociedad del momento. A veces –dirá su colega Pierre Sorlin- las películas nos "hablan más de cómo es la sociedad que las ha realizado" que del hecho histórico que intentan evocar.
Cine y ciudadanía. Valores para trabajar en el aula
Equipo Padres y Maestros. Ed. Mensajero. Bilbao, 2009
El cine sigue siendo un agente educador y un reflejo del mundo en que vivimos. Desde sus inicios, ha tenido siempre ese carácter moralizante y transformador gracias a su enorme poder de difusión, y porque, al igual que el teatro y la televisión, devuelve al espectador la imagen de una sociedad en continuo movimiento, donde se ponen de manifiesto las grandezas y las miserias del ser humano, sus injusticias y sus heroicidades. La hechura afectiva de muchas películas ha conseguido conmover e impulsar al cambio social, mientras que muchas otras han llegado a suponer auténticos contraejemplos éticos o morales, creando sectores de opinión e incluso ideologías de nefasta trascendencia.
Cuando las películas votan. Lecciones de Ciencias Sociales a través del cine
Pablo Iglesias (ed.). Los Libros de la Catarata. Madrid, 2013
Sin duda la literatura aporta elementos cruciales e imprescindibles para la formación intelectual de los estudiantes. Pero, llegados al nivel universitario, poco se puede hacer si la mayoría de los alumnos no tienen el hábito de leer (aparte de hacerles muchas recomendaciones). Sin embargo, su cultura audiovisual, y en particular en lo que respecta al cine, y de manera creciente, las series, permite la exploración de conceptos y categorías fundamentales de la ciencias sociales. Cualquier docente puede experimentar una gran satisfacción viendo como sus estudiantes pueden hacerse con la noción de comprensión espacio-temporal de Harvey a través de "Simón del desierto" de Buñuel; saber, mediante "Queimada", de Gillo Pontecorvo, que representan las nociones de raza y etnia entendidas como decisiones sociales asociadas a las estructuras coloniales; o cómo discuten entre ellos lo que significa el género, como construcción cultural y social, tras visionar y analizar "Lolita", de Kubrick.
La semilla inmortal. Los argumentos universales en el cine
Jordi Balló, Xavier Pérez. Ed. Anagrama. Barcelona, 2004
¿Hasta qué punto son originales los argumentos cinematográficos? Busquemos la respuesta siguiendo a Platón: lo son cuando se incorporan a una continuidad narrativa germinal, o sea, cuando son fruto de un legado anterior y generan otro nuevo. Las narraciones que el cine ha contado y cuenta no serían otra cosa que una forma peculiar, singular, última, de recrear las semillas inmortales que la evolución de la dramaturgia ha ido encadenando y multiplicando.
No debe entenderse esta pertenencia a una cadena creativa como una limitación. Muy al contrario, lo que hace el cine es evocar los modelos narrativos anteriores con una puesta en escena que provoca que una determinada historia resulte nueva, fresca, recién inventada, y sugiera una manera contemporánea de entender una trama va evocada en algunas de las mejores obras del pasado.
Esta actualización argumental va mucho más allá del restrictivo concepto de adaptación: más que las recreaciones explícitas de textos anteriores, nos interesa conocer cómo estas obras esenciales han proporcionado un tema, una estructura expositiva, una manera temporal de narrar, un clima dramático que el cine ha hecho suyo reconvirtiéndolo en lenguaje propio.