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El
planeta sin sentido del humor
Carmen
María Imbert, "Esperanza y buen humor" (fragmento)
www.alfayomega.es/estatico/anteriores/alfayomega354/
Cuando se es pequeño,
y más si se tiene la suerte de tener muchos hermanos, se suele tomar
a uno de los más pequeños como diana de gracias. Todo lo
irrisorio recae sobre ellos, las bromas ligeras y pesadas. En una ocasión
–las mejores ocasiones eran las comidas–, se había descargado un
aluvión impresionante de bromas sobre el pequeño, de tal
forma que se le había hecho llorar. Salió en defensa el padre
de familia:
"Os voy
a contar una historia. Existía un planeta en el que sus habitantes
carecían de sentido del humor. Los grandes mandatarios de su Gobierno
mandaron varias naves extraterrestres para buscar un lugar donde supieran
reír y aprender. Así llegó una de ellas a la Tierra,
y observaron con satisfacción que los terrícolas sabían
reírse. Al cabo de poco tiempo, regresaron a su planeta cabizbajos.
En el informe intergaláctico escribieron: En la tierra se ríen,
pero no merece la pena aprender, porque sólo saben hacerlo unos
de otros."
El sentido del humor,
si es sano, nunca hiere, siempre hace crecer. |