Grup d'educació

Modelo de charla

Notas: Si quieres utilizar en tu charla la foto de Iqbal y el chiste de la pluma, te lo puedes descargar en formato PDF, para poder imprimirlo en un formato grande (sólo tienes que deseleccionar la opción "encajar en la ventana" en el menú de imprimir del Acrobat para que te salga ampliada según las posibilidades de la impresora que tengas).
--Foto de Iqbal Masih.
--Chiste "Armas del enemigo", de Plantu.
Por lo que respecta a la carta que hemos puesto de muestra, es preferible que lleves la fotocopia de una carta original, por ejemplo sobre el caso que trabaje tu grupo, pudiendo así además introducir este tema.
Si hablas de Iqbal Masih, puedes mencionar la propuesta didáctica "Las alfombras voladoras", basada en su caso.

Hola. Me llamo...  y hoy os hablaré de Amnistía Internacional, una organización que trabaja a favor de personas y casos como:
 

Iqbal Masih, un niño tejedor de alfombras en condiciones de esclavitud en Pakistán, quién después de ser liberado y convertirse en activista de los derechos humanos, fue asesinado a causa de sus reivindicaciones.  Amnistía Internacional exige la abolición del trabajo infantil en todo el mundo, y que casos de violaciones de los derechos humanos como el de Iqbal no queden impunes y que los responsables comparezcan ante la justicia. [Foto: © Magnus Bergmar. www.childrensworld.org. Utilización autorizada en actividades educativas citando el autor y la procedencia]

Hoy os hablaré también de chicos y chicas como:

Nafiji, una chica de 14 años que fue sentenciada a 4 años de cárcel porque se quejó de su escuela cuando ésta suprimió las clases de lengua albanesa.

Nafiji es considerada por Amnistía Internacional una "presa de conciencia", es decir, una persona que ha sido encarcelada simplemente por sus creencias, color de piel, sexo, origen étnico, lengua o religión, sin haber utilizado la violencia.

Ryan Mathew, un chico de 17 años que pasó 5 años en el corredor de la muerte en Estados Unidos por un crimen que no había cometido.

Amnistía Internacional se opone totalmente a la pena de muerte y trabaja para conseguir su abolición en todo el mundo.

Ali, un chico iraquí de 12 años que fue torturado por las creencias políticas de sus padres.

Abolir la tortura es otro de los objetivos de Amnistía Internacional. A pesar de los acuerdos internacionales que la prohíben y a pesar que los gobiernos niegan que la utilicen, la verdad es que la tortura es una práctica común y sistemática en muchos países, independientemente de las ideologías o los sistemas económicos de estos países.

Amnistía es una organización que defiende los derechos humanos. Desde sus inicios en el año 1961, cuando empezó trabajando por la defensa de los llamados presos de conciencia, ha ido ampliando progresivamente sus actividades y denuncias a otras violaciones de los derechos humanos recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Amnistía Internacional pide que todos los derechos de la Declaración Universal sean respetados, ya que son indivisibles y están interrelacionados.

Además de los esfuerzos para liberar a los presos de conciencia y para abolir la pena de muerte y la tortura, Amnistía Internacional dedica una especial atención a los siguientes temas:

• La erradicación de las ejecuciones extrajudiciales y las "desapariciones".
• La celebración de juicios justos y rápidos para los presos políticos.
• La protección de los refugiados.
• La erradicación del racismo.

Desde hace unos años, trabaja también sobre:

• Los derechos de las mujeres y especialmente, la violencia de género.
• Los derechos sexuales de las minorías.

¿Cómo trabaja AI? ¿Cuál es su "arma"? Son muchas y diferentes según los casos y los objetivos. Pero una de las más conocidas es escribir. Una pluma o un bolígrafo, utilizados por miles de activistas para escribir cartas o mensajes a los gobiernos de los países que violan los derechos humanos son armas efectivas. Por ejemplo, para pedir la liberación de un preso de conciencia, o de alguna persona encarcelada y en peligro de ser torturada. Esta actividad se denomina "Acciones Urgentes", y la realizan tanto adultos como jóvenes y niños.

Aquí tenéis un ejemplo de una carta enviada por una niña de La Rioja al Presidente de Pakistán, sobre el caso de Iqbal Masih con el que hemos empezado la charla, pidiendo que se suprima de forma efectiva el trabajo forzado (en Pakistán hay leyes que lo prohíben, pero en muchas ocasiones no se respetan):

Y esto de escribir cartas, ¿funciona?

Quizás tenéis esta duda. Pues bien, a Nafiji, el segundo caso del que hemos hablado, la dejaron en libertad seis meses después que Amnistía Internacional empezase a trabajar en favor suyo.

El trabajo de escribir cartas no es inútil, mirad lo que dice este antiguo preso de conciencia de la República Dominicana, sindicalista, por el que trabajó Amnistía Internacional:

"Me tuvieron encerrado desnudo en un calabozo. Cuando llegaron las 200 primeras cartas, me devolvieron mi ropa. Llegaron las siguientes 200 cartas y el oficial de la cárcel vino a verme. Cuando el siguiente montón de cartas llegó, el director de la cárcel se puso en contacto con su superior. Las cartas continuaron llegando. ¡3000! Y el Presidente me llamó a su despacho. Me enseño una caja enorme de cartas que había recibido y me dijo: "¿Cómo es que un sindicalista como tú tiene tantos amigos por todo el mundo?".

¿Queréis otro ejemplo? En este caso es el testimonio de un ex preso de conciencia marroquí, liberado en 1994. Su nombre es Mohammed El Boukili:

"Vuelvo a estar libre, fuera de la celda y de la prisión, después de nueve años de tortura, sufrimiento y esperanza. Esta libertad mía es el fruto de la presión que generasteis vosotros día tras día, fruto de vuestro trabajo y de vuestra valentía."

¿Cómo organiza Amnistía Internacional los envíos de cartas? La red de Acciones Urgentes

En la sede central de Amnistía Internacional, en Londres, se investigan las denuncias de violaciones de los derechos humanos que llegan desde todo el mundo. En los casos de peligro inminente, se pone en marcha una "Acción Urgente". Se distribuye por todo el mundo, entre los miles de personas que participan en los envíos, los datos del caso. Entonces, los miembros de la red escriben a las autoridades del país donde se produce la violación de los derechos humanos, pidiendo que se pare de forma inmediata.

¿Quién participa? La mayoría de los miembros de la Red de Acciones Urgentes son personas bien normales. No hay que tener ningún oficio ni habilidad especial, son personas como tú, como nosotros. Lo único especial que hacen es dedicar, de vez en cuando, una parte de su tiempo a intentar proteger personas en peligro.

¿Qué podéis hacer vosotros?

Además de Amnistía Internacional hay otras organizaciones que trabajan para que los derechos humanos sean respetados. Es importante apoyarlas, participar en sus actividades. Que el mundo sea de una manera o de otra depende también de nosotros.

Por lo que respecta a Amnistía Internacional, la forma más sencilla de colaboración es la participación en la Red de Acciones Urgentes. No es la única, otra forma de colaborar, por ejemplo, es dando soporte a las campañas que lleva a cabo la Organización.

Y si queréis hacer más cosas, también podéis crear un "Grupo de jóvenes por los derechos humanos" en vuestro centro. En este caso os podemos ayudar.

Os dejo más información de todas estas cosas.

¿Qué os parece todo esto que os he explicado?

¿Queréis hacer alguna pregunta? ¿Tenéis alguna duda?

(...)

Ya para acabar, me gustaría leeros esta cita del Premio Nobel de la Paz de 1986, Elie Wiesel, que dice:

"Hoy en día la crueldad más grande es la indiferencia. Conocer pero no actuar es una forma de consentir las injusticias."

Bien, ahora seguramente sabéis cosas que desconocíais. Y además sabéis que si queréis también podéis ser protagonistas de las cosas que pasan. Sabéis que podéis hacer que las cosas cambien. Depende de vosotros.

Aun os diré otra cita, en este caso de Gabriel García Márquez:

"No esperéis nada del siglo XXI. Es el siglo XXI quién espera todo de vosotros."

Muchas gracias por haber compartido este rato conmigo