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| Pinturas,
dibujos y carteles sobre la Guerra Civil
María Cristina Rodríguez
La Guerra Civil Española a través del recurso visual y audiovisual: propuesta didáctica para el aula de E/LE (apartado 3). Universidad de Oviedo, 2017
digibuo.uniovi.es/dspace/handle/10651/40611 (2024)
La propaganda supone una de las estrategias de guerra más eficaces durante el siglo XX. Durante el periodo de la guerra, España se servía de medios de comunicación como la radio o la prensa. Sin embargo, los carteles propagandísticos creados en este periodo supusieron uno de los mejores y más directos medios de difusión del que disponían ambos bandos. La mayoría de los carteles diseñados son ilustrativos, ofreciendo imágenes y dibujos representando diferentes aspectos, y en ocasiones se encontraban acompañados de un mensaje escrito. Aunque ambos bandos utilizaban este método en las principales ciudades para transmitir sus ideas, los carteles republicanos superan en altas cifras a la cantidad de carteles franquistas que se conservan en la actualidad.
Si bien la mayoría de los carteles manifestaban propaganda bélica, muchos otros se centraban en cuestiones cotidianas como la salud, la situación de la mujer y los niños, la ética o la educación. Por esta razón, se ha resuelto presentar la información tomando estos componentes que, de algún modo, plasman la situación de la sociedad española durante el conflicto y que pueden orientar a los estudiantes a comprender algunos rasgos de la sociedad actual. Con el fin de observar las diferencias y similitudes entre los adversarios, se muestran paralelamente aquellos carteles seleccionados en cada uno de los bandos con contenidos similares o con el mismo propósito. No obstante, a continuación se exponen los carteles pertenecientes a cada bando en su conjunto con el fin de facilitar su seguimiento a lo largo de este trabajo.
3.1. Carteles del bando republicano
La mayoría de los carteles propagandísticos conservados pertenecen a aquellos sectores que formaban parte del bando republicano en la guerra. Aunque la confección de carteles no se establecía bajo un solo grupo, los mensajes difundidos se unían bajo el mismo propósito de enfrentarse en unión a sus adversarios. Los contrarios a los nacionales cumplieron un papel muy activo en la difusión y propagación de sus ideas, y esta selección es una pequeña muestra de ello.
Política y sátira
Tras haber fracasado en su intento de reforma general y el consecuente levantamiento de los nacionales, la República necesitaba reforzar su ideología y obtener adeptos ante la amenaza de conflicto. La mayoría de los carteles llaman a los civiles a unirse a las filas de los distintos grupos formados, entre los que destacan las milicias. Estas estaban compuestas por voluntarios civiles partidarios de ideologías de izquierda: comunistas, anarquistas, socialistas, etc. y se organizaban según el lugar donde se establecían, actuando por libre. Esto supone un problema para la República ya que no cuenta con unidad militar, lo que complica su enfrentamiento con el ejército preparado del bando contrario.
En el primer cartel se muestra un ejemplo del llamamiento a las milicias de la zona comprendida entre las provincias de Zamora y Salamanca, que pronto cayeron en manos del ejército franquista. Muchos otros carteles se centraban en la burla hacia sus adversarios y su estrecha relación con la ideología fascista. En el segundo cartel se observa una figura portentosa con el rostro de la muerte y el símbolo nazi en la camisa, representando a Franco, popularmente conocido como 'el generalísimo'. Tras él se sitúan los tres pilares de apoyo del dirigente: el ejército, el capitalismo y la Iglesia. A través de este cartel, los republicanos denunciaban la estrecha relación de Franco con Hitler y manifestaban su posición contraria a los elementos que sujetan la capa del dictador.
Ética
Concienciados sobre los problemas sociales de los ciudadanos, el gobierno de la República no dudó en aconsejar a los españoles sobre ciertas cuestiones morales. La sociedad española se encontraba en un estado de constante tensión, ansiedad y depresión. Muchos de los soldados que se encontraban combatiendo en el frente necesitaban del valor suficiente para combatir en la guerra, e incluso en ocasiones se encontraban con antiguos compañeros y amistades que en ese momento podían ser miembros del bando contrario. Para enfrentar sus dilemas, en algunos momentos recurrían al alcohol, al tabaco, al juego o a servicios sexuales como forma de desahogo.
La primera imagen es resultado de una campaña de lucha contra las enfermedades venéreas, en la que se advierte del peligro de mantener relaciones con prostitutas. A su derecha, el segundo cartel pone de manifiesto la oposición de la República ante el consumo de alcohol, comparando a sus consumidores con parásitos que deben ser eliminados. Este imperativo muestra la gran necesidad de la República de mantener a sus soldados en buenas condiciones para poder vencer al ejército franquista.
Sanidad
El bando republicano también tenía cierta preocupación por las condiciones de salud e higiene de sus partidarios y de la población española en general. Estos dos carteles son un ejemplo de la gran campaña social que emprendieron en cuestiones de sanidad. En condiciones de guerra, muchas infraestructuras quedan desabilitadas, se producen pérdidas de todo tipo, impidiendo el ritmo de vida habitual de los afectados. Por tanto, las preocupaciones de los ciudadanos durante el conflicto dejaban a un lado sus problemas de salud e higiene.
En el primer cartel, se insta a los soldados a mantener una higiene adecuada para así conservar su salud y poder desempeñar su papel en el campo de batalla. El segundo cartel hace referencia a la higiene dental, concretamente a la necesidad de conservar una dentadura sana para digerir mejor los alimentos. Se trata de una llamada de atención más en torno a la importancia de mantener la higiene.
Trabajo
El sustento de la mayoría de los españoles dependía del trabajo en el campo, principalmente en la mitad sur de la península. Durante los periodos anteriores, como la dictadura o la monarquía, los campesinos pierden sus tierras a manos del gobierno y pasan a pertenecer a sectores como la Iglesia o a un conjunto de hacendados. Esto hace que el campesinado se revele en aquellas zonas donde tiene más fuerza.
De esto se aprovecha el bando republicano con este cartel, en el que se rememora la injusticia que sufrieron los trabajadores del campo a través del primer mensaje que podemos leer en la parte posterior: "¡Campesino! Tus enemigos te hicieron trabajar de sol a sol para alimentarlos." Uno de los grandes propósitos de la República fue devolver esas tierras a sus dueños, sin embargo la carencia de recursos y tiempo para llevar a cabo esa reforma hizo que estallaran diferentes revueltas. Aun así, les recuerdan su derecho de posesión de las tierras y la necesidad de trabajarlas para combatir a aquellos que en su día se aprovecharon de su trabajo y sus recursos. En él se insta a los campesinos a participar en la guerra a través de su trabajo, ya que esto ayuda a proporcionar alimento a los soldados y a la población.
Destacan los símbolos de la hoz, instrumento de labranza propio de la temporada de cosecha y símbolo principal del comunismo ruso, y la espiga de trigo, relacionado con la fertilidad de la tierra, aunque también se trata de uno de los alimentos principales y más abundantes del país. Por otro lado, se observa el puño en alto del campesino sujetando la hoz, reflejando el saludo propio de los republicanos, contrario a la inconfundible mano alzada de los fascismos.
Educación
Otro de los grandes cambios que se propuso llevar a cabo la República fue la oferta de una educación para todos. Antes de su llegada al gobierno, la educación en España estaba dirigida por la Iglesia y, en consecuencia, construida en torno a la religión católica. Por otra parte, solo tenían acceso las clases más favorecidas de la sociedad. Con la llegada de la República, se propone una educación laica, pública y gratuita en la que todo el mundo pueda tomar partido. Estas ideas provienen de la ya reconocida Institución Libre de Enseñanza, un proyecto construido en 1876 por catedráticos de la Universidad de Madrid (actual Universidad Complutense) en contra de la imposición del dogma católico en la enseñanza. Esta institución acogió a ilustres figuras del país como los escritores Leopoldo Alas y Antonio Machado, pensadores como Ortega y Gasset, pintores como Joaquín Sorolla o médicos como Ramón y Cajal.
El primer cartel muestra la figura de una mujer sujetando un libro con una llama ardiendo sobre él. El descubrimiento del fuego siempre se ha considerado como uno de los mayores avances en la evolución de la humanidad. En este sentido, la llama aquí representada simboliza el paso trascendental a la nueva enseñanza planteada por la República. El hecho de que una mujer protagonice la escena nos comunica la idea de inclusión de la mujer en la educación, cuyo papel hasta ahora siempre ha sido el de ama de casa y dependiente de sus maridos o familiares masculinos. El segundo cartel muestra la silueta de un soldado con su casco que está aprendiendo a leer por parte de un allegado. En este se solicita la ayuda de aquellos ya instruidos en la lectura para romper con el todavía analfabetismo de la mayor parte de la sociedad española y, en concreto, de los combatientes de la República.
Situación de la mujer
Los distintos carteles protagonizados por figuras femeninas plasman la situación de las mujeres en la sociedad española del momento. Mientras la mayoría de los hombres españoles se encontraban en el frente, las mujeres se vieron obligadas a cubrir ?36 sus puestos de trabajo. Con el objetivo de tranquilizarlas y animarlas en su puesto de lucha desde la retaguardia, los carteles republicanos mandaban mensajes de alivio a las mujeres.
Esto se observa en el mensaje correspondiente al primer cartel, dirigido exclusivamente a las madres con hijos a su cargo que también se ven en la obligación de trabajar. El segundo cartel alenta a las mujeres a realizar su trabajo por los hermanos del frente. Se trata de uno de los muchos ejemplos de carteles en lengua catalana que se conservan entre el conjunto de carteles del bando republicano.
Cataluña tuvo un papel muy activo en la difusión y creación de la propaganda, ya que era uno de los principales puntos de concentración de distintos grupos políticos dentro del bando republicano. De hecho, los primeros carteles conocidos fueron producidos en Barcelona y Valencia. No obstante, este periodo se encuentra marcado por un antes y un después en la reivindicación de ciertas figuras feministas por los derechos de la mujer en todos los ámbitos. Apenas cinco años antes de la guerra habían conseguido el derecho de voto en las elecciones y ahora comenzaban a luchar por su inclusión en el mundo laboral y por la obtención de los mismos salarios que los hombres. Sin embargo, aunque se intentara exponer a una mujer luchadora, tanto en el frente como en la retaguardia, estos dos carteles reflejan la todavía sociedad tradicional que muestra a las mujeres involucradas en aquellas tareas que les corresponden, como coser o tejer. El rol de la mujer aún estaba anclado en una sociedad atrasada y patriarcal, donde su principal labor era mantener el hogar y el cuidado de los niños.
Situación de los niños
Como en todo conflicto, los principales afectados son los niños, ya que requieren del bienestar de los adultos para su supervivencia. Durante la guerra, muchos niños perdieron a sus familias y sus hogares, y el gobierno de la República crea un plan de evacuación principalmente a la zona de levante, ya que aún no había sido tomada por el bando contrario. Para calmar la situación y garantizar techo, educación, mantenimiento y distracción a los niños, se crean las conocidas Colonias, que acogieron en su día a casi 17.000 niños de toda España. Muchos de los niños vivían en familias de acogida, aunque siempre bajo vigilancia de los maestros de las colonias a su cargo. En la actualidad, los expertos consideran que las colonias ofrecían una oportunidad de adoctrinar a los niños en la ideología propia de la entidad que la sostuviera. En los límites del final de la guerra muchos de ellos se vieron en la obligación de emigrar del país atravesando la frontera con Francia, para acabar en distintas partes del mundo. Los carteles con proyección internacional dan muestra de ello. Se dedicará un conjunto de actividades a la situación de los niños exiliados de la guerra.
3.2. Carteles del bando nacional
La búsqueda de carteles diseñados por este bando se torna compleja debido a su escasez. La mayoría de los carteles recuperados y archivados pertenecen al bando republicano, dada la necesidad de estos de alentar a los ciudadanos en cumplir un papel activo ante la amenaza del ejército franquista.
Política y sátira
Los carteles con mensajes políticos del bando nacional nos proporcionan información específica acerca de la mentalidad de sus partidarios.
El cartel de la derecha muestra uno de los lemas más sonados entre los partidarios del franquismo: "Por la España: una, grande y libre". Se trata de tres palabras que explican claramente las ideas políticas propias de este grupo: una España en la que haya unidad, que sea indivisible; una España grande, haciendo referencia al imperio del que España disfrutó en tiempos pasados y cuyo objetivo es expandirse por África; y una España libre de estar condicionada por el extranjero, con total independencia. Otra de las aportaciones del cartel es el símbolo del partido político Falange Española, creado en 1933 por José Antonio Primo de Rivera, hijo del anterior dictador Miguel Primo de Rivera. Resultaría interesante introducir a los alumnos las consideraciones de estos símbolos y su uso en la España actual, al igual que la todavía existencia del partido de Falange Española.
El segundo cartel muestra a un soldado de la legión barriendo a los enemigos. Se pueden observar palabras como separatismo, en oposición a la España unida reflejada en el cartel anterior. Otras palabras pueden causar confusión en los estudiantes, como politicastro, traducido a mal político. Llama la atención la inclusión de injusticia social teniendo en cuenta el desatino del que fueron protagonistas durante la guerra y el periodo de posguerra. También se incluye la masonería y el bolchevismo con sus respectivos símbolos, dos de los grupos que fueron duramente perseguidos por los fascismos de Europa y por el régimen franquista. De fondo se observa la bandera de España, con los colores que hoy en día la caracterizan.
Aunque la bandera de la dictadura incluía un águila negra con las alas cerradas en el centro, en algunas ocasiones aparecía únicamente con los colores como aquí se representa. Este hecho es motivo de rechazo de la bandera actual por parte de algunas comunidades, que sienten la bandera como una representación de la bandera franquista.
Alimentación
La situación de pobreza que vivía España en esos momentos era muy notable en todo el país. Los dirigentes nacionales impusieron el Día del Plato Único, cuyo origen procede de la alemania nazi, con el supuesto objetivo de recaudar dinero para obras benéficas y las familias de los combatientes. Otra parte estaba destinada al Auxilio Social, la asociación de socorro humanitario propia del bando nacional y encargada de esta campaña. En los días elegidos, los establecimientos hosteleros tales como hoteles, restaurantes o mesones que se encontraban en la zona conquistada por el bando nacional, tenían la obligación de servir un único plato por el precio del menú habitual, que incluía un plato más.
El cartel aquí presente muestra de forma concisa sus principales características. Los números 1 y 15 que aparecen en la parte superior del cartel hacen referencia a los días del mes en los que se celebraba este día. Pasado el tiempo, se incluyó el Día sin Postre. La imagen de una hucha nos proporciona esa idea de caridad con los necesitados que el bando nacional pretende transmitir. Por último, la imagen del soldado ayudando a un necesitado muestra la entrega del Auxilio Social, relacionando su dedicación con la necesidad de colaboración por parte de los hosteleros. Durante el periodo de posguerra, este día se convirtió en un impuesto que ya incluía a todos los ciudadanos.
La elección de este cartel sirve para mostrar la costumbre española de comer siempre dos platos a la hora de comer, un primero y un segundo. De hecho, el concepto de plato único sigue siendo muy habitual en las familias, aunque la concepción actual hace referencia a la elección de un solo plato debido a su abundante contenido. Por ejemplo, un plato de potaje es considerado plato único por las aportaciones calóricas que ofrece. En este caso, comer un segundo plato sería un tanto excesivo.
Trabajo
El trabajo en el campo era sustancial para ambos bandos. Como ya se exponía en los carteles del bando republicano, la mayor parte de los ciudadanos españoles vivían del campo, por lo que había necesidad de captar la atención y el apoyo del campesinado en su lucha contra el bando republicano. A través de esta propaganda se muestran los colores representativos del bando junto al símbolo de la Falange Española, ocupando el total del espacio. El campesino alza su hoz protegido bajo el manto de la falange. En la parte inferior derecha se observan varias espigas de trigo, unos de los productos básicos más producidos en España y símbolo de fertilidad, como ya se indicó en el cartel al respecto del bando republicano.
Situación de los niños
Como en toda guerra, los niños son los más afectados y las víctimas más débiles, ya que dependen del cuidado de los adultos en todo momento. Muchos niños pertenecientes a familias contrarias a los nacionales se vieron en la obligación de emigrar, principalmente a Francia. Portugal quedaba descartada por la situación dictatorial que vivía en esos momentos y su apoyo al bando franquista. Aunque la mayor parte de la propaganda estuviera dirigida a la población española, este cartel muestra lo contrario. El bando franquista se dirige explícitamente a los ciudadanos franceses pidiendo ayuda para traer de vuelta a los llamados "niños de la guerra" acogidos por el comunismo.
Como se observa en el cartel, tras el habitual símbolo de la falange y el color propio del bando nacional protegiendo el grupo de niños en el frente, aparece la imagen del comunismo con la hoz y el martillo representando la muerte que intenta acogerlos en sus brazos. El mensaje permanece claro: "devolved los niños españoles a España".
Si bien este cartel pertenece al periodo de posguerra, la información que proporciona refleja de la misma manera la situación durante la guerra.
Situación de la mujer
Al igual que sucedía en el bando contrario, algunos carteles del bando nacional iban dirigidos a la tranquilidad de las mujeres en su papel como madres. El bando franquista abogaba por una sociedad tradicional en la que la mujer está relegada a las labores del hogar y el cuidado de los hijos, siempre bajo la idea de matrimonio. La reivindicación por los derechos de la mujer en este bando era impensable. Muchas vivían sus desgracias en silencio bajo la opresión de la ideología que les gobernaba. Por ello, resulta sorprendente la creación de grupos femeninos en este bando como la Sección Femenina de la Falange, fundada por Pilar Primo de Rivera, hermana del fundador del partido. El objetivo de este grupo no iba más allá de la labor de aconsejar a las mujeres para cumplir el papel que les corresponde como esposas. Las declaraciones relativas a este grupo que podemos encontrar hoy en día muestran las ideas tan extremas de este grupo, por ejemplo la recogida a continuación sobre las características de la mujer ideal: "Las mujeres nunca descubren nada; les falta el talento creador reservado por Dios para inteligencias varoniles" (El País, 2009). Desgraciadamente, este es el papel que las mujeres tendrán que encarnar durante los próximos 40 años de dictadura.
3.3. Carteles de apoyo internacional
Con el fin de establecer las relaciones interculturales con España en este periodo tan notable, se han seleccionado algunos ejemplos de carteles elaborados en los distintos países que decidieron organizar campañas en ayuda de la población civil y el bando republicano. Como ya se explicó en apartados anteriores, el fascismo estaba muy activo y el miedo a su propagación era evidente en todo el mundo. El conflicto español se sentía como el primer gran paso hacia la lucha contra el fascismo, por lo que muchos decidieron actuar por su cuenta y ofrecer ayuda por diferentes vías.
Este cartel holandés en el que se traduce: «apoya al pueblo español. Ayuda!» es un reclamo de ayuda por parte de algunos grupos de ciudadanos holandeses. En él se muestra la figura de una mujer con dos niños de fondo sufriendo la pobreza en estado de guerra. La mayoría de los carteles muestran la figura de la mujer y del niño como los miembros más desfavorecidos de la sociedad española, así como de cualquier sociedad en estado de guerra.
En Francia se organizaron varias jornadas de recaudación de dinero y víveres para la población civil y los combatientes del bando republicano. En el cartel se muestra información sobre la jornada de solidaridad en ayuda de la comunidad asturiana, una de las más afectadas por la guerra. Francia tiene un papel destacado como el país con más refugiados republicanos acogidos y como punto de contacto entre España y la Unión Soviética a través de la organización del Socorro Rojo Internacional y la Internacional Comunista.