La pena de muerte y la tortura a través de la pintura / 2
> Índice de la recopilación

Descripciones breves de los temas de algunos cuadros
De aquellos representados en esta recopilación por más de un autor (en los otros casos se adjunta la información en la misma página)


Saturno devorando a sus hijos
Mitología griega. Saturno (Cronos), casado con su hermana Rea, temeroso de que sus propios hijos se levantasen en su contra, los devoraba en cuanto nacían: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Posidón. Sólo Zeus, el sexto, se salvo, ya que Rea, su madre, lo escondió, dándole a Cronos una piedra para que se la comiera en su lugar.

Medea preparada para matar a sus hijos
Los asesinatos e infanticidios estaban a la orden del día en la mitología griega. Jasón, hijo del rey Esón, abandona a la hechicera Medea para casarse con Glauce, hija del rey Creonte. Entonces Medea, despechada, mata a sus propios hijos, concebidos con Jasón.

Muerte de Sócrates
Sócrates murió a los 70 años de edad, en el año 399 a.C., aceptando serenamente la condena que se le había impuesto y escogiendo la ingestión de la cicuta de entre las opciones que el tribunal que lo juzgó le ofrecía para morir. Se le acusaba de no reconocer a los dioses atenienses y de corromper a la juventud con sus ideas (la "corrupción" consistía en enseñarles a pensar, algo que sin duda siempre incomoda al poder). Platón, su discípulo, relató así su muerte: "Vino el servidor de los Once y, deteniéndose a su lado, le dijo: -Oh Sócrates, no te censuraré a ti lo que censuro a los demás, el que se irritan contra mí y me maldicen cuando les transmito la orden de beber el veneno que me dan los magistrados. Pero tú, lo he reconocido en otras ocasiones durante todo este tiempo, eres el hombre más noble, de mayor mansedumbre y mejor de los que han llegado aquí, y ahora también sé que no estás enojado conmigo, sino con los que sabes que son los culpables. Así que ahora, puesto que conoces el mensaje que te traigo, salud, e intenta soportar con la mayor resignación lo necesario."

Caín y Abel
Relato bíblico. Caín mata a Abel celoso de las preferencias de Dios hacia su hermano: "Fue Abel pastor de ganado menor y Caín cultivador del suelo. Sucedió, pues, al cabo de algún tiempo, que presentó Caín de los frutos del suelo una ofrenda a Yahveh. También, por su parte Abel ofrendó de los primogénitos de su rebaño y de la grasa de ellos. Ahora bien, Yahveh prestó atención a Abel y su ofrenda; pero a Caín y su ofrenda no hizo caso. Caín irritose por ello sobremanera y decayó su semblante. Dijo entonces Yahveh a Caín: '¿Por qué te has irritado y por qué ha decaído tu semblante? ¿no lo erguirías acaso, si obraras bien?; pero si bien no obras, el pecado acechará a la puerta, y tenderá hacia ti, aunque podrás dominarlo'. Caín dijo a Abel, su hermano: '¡Vamos al campo!'. Y cuando estaban en el campo, se levantó Caín, contra su hermano Abel y le mató."  (Génesis 4:1-8)

Sacrificio de Abraham
Relato bíblico. Dios pidió a Abraham que sacrificara a su primogénito, Isaac, deteniéndole justo antes de consumar el sacrificio: "Y Dios le dijo: -Toma ahora a tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, vete a tierra de Moriah y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. (...) Cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, compuso la leña, ató a Isaac, su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Extendió luego Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Entonces el ángel de Jehová lo llamó desde el cielo: -¡Abraham, Abraham!-. Él respondió: -Aquí estoy-. El ángel le dijo: -No extiendas tu mano sobre el muchacho ni le hagas nada, pues ya sé que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste a tu hijo, tu único hijo." (Génesis 22:1-12)

Judith y Holofernes
Relato bíblico. En plena guerra de Israel contra el ejército asirio, una hermosa viuda hebrea, Judit se introduce en el campamento del general invasor, Holofernes, el cual se prenda de ella. Acompañada de su criada, Judit se introduce en la tienda de Holofernes y lo embriaga. Cuando Holofernes cae dormido, Judit le corta la cabeza, sembrando la confusión en el ejército de Asiria y obteniendo de este modo la victoria para Israel.

La Matanza de los inocentes
Relato bíblico. Los Magos de Oriente preguntaron a Herodes por el rey de los judíos.  Herodes, considerando un posible usurpador aquel rey buscado por los Magos, decidió secretamente deshacerse de él y les pidió que le informaran al regresar. Al enterarse de que loa Magos se habían vuelto por otro camino, “se irritó mucho y mandó matar a todos los niños que había en Belén y toda su comarca, de dos años para abajo, con arreglo al tiempo que cuidadosamente había averiguado de los Magos” (Mt 2,16).

Decapitación de Juan el Bautista
Relato bíblico, Evangelio según San Marcos 6:17-28

El mismo Herodes había enviado a prender a Juan, y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, su hermano, pues se había casado con ella. Juan le había dicho a Herodes:
--No te está permitido tener la mujer de tu hermano.
Por eso, Herodías lo acechaba y deseaba matarlo; pero no podía, porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía, se quedaba muy perplejo, pero lo escuchaba de buena gana. Llegó el día oportuno cuando Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, daba una cena a sus príncipes y tribunos y a los altos dignatarios de Galilea. Entró la hija de Herodías y danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa. El rey entonces dijo a la muchacha:
 --Pídeme lo que quieras y yo te lo daré.
Y le juró:
 --Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino.
Saliendo ella, dijo a su madre:
 --¿Qué pediré?
Y esta le dijo:
 --La cabeza de Juan el Bautista.
Entonces ella entró apresuradamente ante el rey, y pidió diciendo:
 --Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
El rey se entristeció mucho, pero a causa del juramento y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desairarla. En seguida el rey, enviando a uno de la guardia, mandó que fuera traída la cabeza de Juan. El guarda fue y lo decapitó en la cárcel, trajo su cabeza en un plato y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre.
Los gladiadores
A finales del siglo I Domiciano finalizó la construcción del Coliseo de Roma, el anfiteatro más grande de la antigüedad. Durante tres siglos fue el escenario de los "Juegos", espectáculos periódicos organizados para entretener a los 50.000 espectadores que podía albergar. Acogió cruentos espectáculos, como las ejecuciones de prisioneros (durante las persecuciones, los mártires cristianos) o las peleas de gladiadores. Se calcula que en el Coliseo murieron entre 500.000 y 1.000.000 de personas, durante estos tres siglos. Los gladiadores eran en su mayor parte prisioneros de guerra o esclavos a los que se adiestraba en una especie de cuarteles con instructores especializados. Al finalizar los combates, si el público entendía que el vencido merecía el perdón levantaba el dedo índice; para decretar su muerte bajaban el pulgar (durante el Imperio sólo el emperador tenía el derecho de perdonar o condenar).

San Sebastián
San Sebastián nació en Narbona (Francia) en el año 256. Fue soldado del ejército romano. El emperador Diocleciano llegó a nombrarlo jefe de la primera cohorte de la guardia pretoriana imperial. Al conocerse que era cristiano, fue condenado a morir asaeteado. Hasta el año 313, cuando Constantino y Licinio proclamaron la libertad religiosa con el Edicto de Milán, los cristianos sufrieron innumerables persecuciones en el Imperio romano. Una de las más sangrientas fue la de Diocleciano.

San Erasmo
San Erasmo era obispo de Fornia de Campania (Italia). Fue una de las innumerables víctimas de las persecuciónes de cristianos decretadas por Diocleciano. Murió en el año 303 después de sufrir innumerables torturas (azotado con cordeles emplomados, bañado con resina y azufre, apaleado...), siendo la más conocida la extracción en vida de las tripas, momento que representan la mayoría de los cuadros sobre su martirio.

Auto de Fe
Juicio público de la Inquisición. Inicialmente no revestía especial solemnidad ni se pretendía una asistencia masiva de espectadores. Con el tiempo se convirtió en una ceremonia solemne, celebrada con multitudinaria asistencia de público, en medio de un ambiente barroco y festivo, con una puesta en escena minuciosamente calculada para causar el mayor efecto en los espectadores. En ocasiones las sentencias, una vez dictadas, eran ejecutadas en otro lugar. La Inquisición fue definitivamente abolida (despues de distintas aboliciones y reintroducciones), el 15 de julio de 1834 por un Real Decreto firmado por la regente María Cristina de Borbón. La última víctima de la Inquisición en España fue el maestro de escuela Cayetano Ripoll, muerto por garrote vil en Valencia el 26 de julio de 1826 (presuntamente por haber enseñado los principios deístas), entre un escándalo internacional en Europa por la actitud de despotismo que todavía pervivía en España.


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