Muerte
de un inquisidor
Leonardo
Sciascia. Las
parroquias de Regalpetra. Bruguera, 1983
(...) un proceso
por brujería contra una cierta Pellegrina Vitello, extraído
del archivo español de Simancas (en la actualidad, sin embargo,
los papeles de la Inquisición se encuentran en el Archivo de Madrid).
Tan vivas y tremendas son las páginas de este proceso, que Garufi
atribuye el escrito a Argisto Giuffredi, por aquel entonces secretario
del Santo Oficio.
Et fue mandado que
fuesse desnudada y atada a la cuerda et desnudada que fue, fue de nuevo
castigada.
Dixit: heme aquy
no se que dezir.
Et mandaron que
se atassen y fessen atadas las uigas por los ministros, llorando dixo:
sy lo supiesse lo dirya.
Et su S. la inducia
a que dixesse uerdad.
Et ipsa no respondio,
mas se lamentaua.
Et atandola dezia:
ayme, ayma, ay, Spiritu Santo mio, ayudame que no tengo hexo nada, ay,
Spiritu Santo que no tengo hexo nada, ayudame.
Et tocandola la
cuerda dezia: Spiritu Santo mio, ayudame, que no tengo hexo nada.
Et iterum castiga
S. a R.ma le dijesse uerdad.
Dixit: S.r. nunca
jamas lo hize.
Et como la levantaron
del suelo, sudaba y dezia: S.r. que no se nada et los traidores me tyenen
acusada por error; ayudame, christiano, ay S.r. me matays por error.
Et apposita tabula
in pedibus.
Dixit: ¿quereys,
S.r. que lo diga a la fuerça? ¡Santa Caterina! ay, Spiritu
Santo; repitiendo Spiritu Santo y S.r. que os equivocays, preguntandola
si no auia sido nunca bruja, dixit: que no; y colgaua de la cuerda.
Et colgada callaua.
Iterum colgada callo.
Preguntada: si queria
deçir uerdad.
Dixit: S.i. que
no lo se.
Et colgada callo.
Diçiendola
que dixera uerdad.
Dixit: ay S.i. si
lo supiesse lo dixera.
Dixit colgada: ay
Et avlando siempre
intra ipsa.
Castigada para que
dixera uerdad.
Dixit: S.i. no se
que decir, que no pueda ver muerto a V.E.
Et castigada para
que dixesse uerdad.
Dixit nihil.
Monita iterum, fue
içada y cuando estaua arriua, preguntada.
Dixit: no se nada.
Et fue dexada caer.
Et caida que fue,
la preguntaron.
Dixit: no se.
Iterum içada
et preguntada iterum.
Dixit: no se nada.
Y sigue con el mismo
tono, impasible grabación de un atroz momento que se repetirá
miles y miles de veces a lo largo de la historia de la Inquisición
y de los pueblos que la han tenido que soportar. No creemos que un documento
semejante lo redactara un escritor como Giuffredi; parece más verosímil
atribuirlo, como hizo Garufi, a un escribano español digno de estar
al lado de Bartolomé Sebastián, cuyos méritos describe
ampliamente Garufi: obispo de Patti, inquisidor de Sicilia en 1555, año
en que la pobre Pellegrina Vitello fue despedazada, el día 7 de
mayo, a tirones de cuerda.