Tortura | > Índice de textos sobre la tortura |
"Documentos del Gobierno demuestran que el sistema médico militar de EE.UU. no protegió los derechos humanos de los detenidos, colaboró a veces con los que practicaban los interrogatorios y con los guardianes que cometieron abusos, y no informó de lesiones o muertes causadas por palizas", afirma el doctor Miles, acusaciones que ya han sido negadas por el Pentágono, que asegura que se basan en recortes de prensa y no en una investigación de primera mano. Miles, profesor de la Universidad de Minnesota, cita casos concretos ocurridos en Abu Ghraib. Un preso con una pierna rota pidió a un médico poder utilizar su muleta, pero lo que logró fue que le golpearan la extremidad mientras se le ordenaba que renunciara a la fe islámica. Otro pidió que le inmovilizaran un hombro dañado y los guardas le colgaron de manera que soportara todo el peso en esa parte del cuerpo. Según The Lancet, el sistema médico colaboró para que los interrogatorios resultaran mental y físicamente más dolorosos, y al menos un médico y un psiquiatra se implicaron activamente en Abu Ghraib. Cuando los internos se desmayaban, los doctores los recuperaban para que el interrogatorio pudiera seguir. Los médicos -siempre según este artículo- no cumplieron con su deber de informar de las enfermedades y heridas que sufrían los presos, e incluso pusieron catéteres a los fallecidos para hacer creer a la Cruz Roja que estaban vivos.