El Dr. Peter Salama, Director Ejecutivo de cobertura sanitaria universal y curso de la vida en la OMS, ha señalado: "Estamos constatando una preocupante falta de progresos en la lucha por detener la propagación de las enfermedades de transmisión sexual en el mundo. Se trata de una señal de alarma para que despertemos y trabajemos juntos a fin de que todas las personas, en todas partes, puedan acceder a los servicios que necesitan para prevenir y tratar esas enfermedades debilitantes".
En este estudio, que se ha publicado en línea en el Boletín de la Organización Mundial de la Salud, se presentan las cifras de nuevos casos de estas enfermedades entre los hombres y mujeres de 15 a 49 años en 2016: clamidiosis, 127 millones; gonorrea, 87 millones; sífilis, 6,3 millones y tricomoniasis, 156 millones.
Estas ITS tienen profundas repercusiones en la salud de los adultos y los niños en todo el mundo. Si no se tratan, pueden tener efectos graves y crónicos y causar enfermedades neurológicas y cardiovasculares, infertilidad, embarazos ectópicos, mortinatos y un aumento del riesgo de infección por el VIH. Además, también se han asociado a unos niveles elevados de violencia doméstica y estigmatización.
De acuerdo con las estimaciones, la sífilis causó 200 000 mortinatos y muertes neonatales en 2016, una cifra que hace de esta enfermedad una de las principales causas de defunciones de recién nacidos en el mundo.
Las ITS continúan siendo una amenaza persistente y endémica en todo el mundo
Desde la publicación en 2012 de los últimos datos disponibles, no se han producido reducciones sustantivas en los índices de nuevas infecciones ni en la prevalencia de estas enfermedades. Según los datos promediados más recientes, alrededor de una de cada 25 personas presenta al menos una de estas ITS, pudiendo estar infectados por varias de ellas al mismo tiempo.
Las ITS se transmiten principalmente a través de las relaciones sexuales sin protección, ya sean vaginales, anales u orales. Además, algunas de ellas -como la clamidiosis, la gonorrea y la sífilis- también se pueden transmitir durante el embarazo y el parto o, en el caso de la sífilis, por contacto con sangre o hemoderivados infectados o al inyectarse drogas.
Las ITS se pueden prevenir no asumiendo riesgos durante las relaciones sexuales - por ejemplo, utilizando preservativos correctamente y con regularidad- y mediante la educación sexual.
La disponibilidad a tiempo y a un precio asequible de pruebas de detección y tratamientos es fundamental para reducir la carga de ITS en el mundo, además de los esfuerzos encaminados a que las personas con una vida sexual activa se hagan estas pruebas. Asimismo, la OMS recomienda realizar sistemáticamente un cribado de la sífilis y la infección por el VIH a las embarazadas.
Todas las ITS bacterianas se pueden tratar y curar con medicamentos disponibles de forma generalizada. Sin embargo, las recientes deficiencias en el suministro mundial de bencilpenicilina benzatínica han dificultado el tratamiento de la sífilis. También están aumentando rápidamente las resistencias bacterianas a los tratamientos contra la gonorrea, que representan una amenaza creciente para la salud mundial y, en último término, podrían hacer que fuera imposible tratarla.
Es necesario aumentar el acceso a la prevención, la detección y el tratamiento
La OMS elabora estimaciones para evaluar la carga mundial de ITS y ayudar a que los países y sus asociados de la esfera sanitaria tomen medidas, como realizar estudios para reforzar la prevención, mejorar la calidad de la asistencia, obtener nuevos tratamientos y pruebas diagnósticas que se puedan usar en el lugar de atención y lograr inversiones para fabricar vacunas.
En la elaboración de las estimaciones mundiales, se obtuvo más información relativa a las mujeres que a los hombres, ya que los datos sobre la prevalencia mundial de las ITS en los varones son escasos. La OMS está intentando mejorar la vigilancia nacional y mundial para que se disponga de información fiable sobre el alcance de la carga de estas enfermedades en el mundo.
Estos datos, que figuran en el Boletín de la OMS publicado en línea, servirán de referencia para conocer los progresos realizados en la aplicación de la Estrategia Mundial del Sector de la Salud contra las Infecciones de Transmisión Sexual, 2016-2021. Esta estrategia, que fue aprobada por la Organización Mundial de la Salud en mayo de 2016, propuso ampliar rápidamente las intervenciones y los servicios basados en datos científicos para poner fin a las ITS como problema de salud pública de aquí a 2030.
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