La iatrogenia es difícil de definir y por tanto de medir. Por eso no existen estimaciones en prácticamente ningún país. Las retrasos en el diagnóstico, los retrasos en las intervenciones quirúrgicas y, por qué no, los retrasos en la vacunación por falta de indicación médica, pueden considerarse iatrogenia.
En España hay una escasa tolerancia al riesgo de salud. Se busca el riesgo cero. Esto explica, al menos parcialmente, que seamos de los países Europeos con mayor consumo de antibióticos. La falta de tolerancia a la enfermedad de los pacientes lleva a tratar con antibióticos, a pesar de la casi certeza del origen viral de muchas infecciones. El miedo de los sanitarios a las denuncias, en caso de que la pequeña probabilidad de que la infección no sea viral (riesgo cero del sanitario) favorece su prescripción excesiva.
Es un ejemplo de cómo la búsqueda de riesgo cero no solo nos puede salir cara, sino que a veces implica iatrogenia. En el caso de los antibióticos, nos ha convertido en uno los países Europeos con más resistencias a estos medicamentos. Que, no lo olvidemos, tienen efectos secundarios graves. De hecho, los antibióticos son, junto con el paracetamol, una de las causas más frecuentes de fallo hepático fulminante.