Nueva tormenta en Italia en torno a la inmigración. La ciudad de Milán ha decidido prohibir formalmente la inscripción en sus 170 escuelas maternas (preescolar) de los hijos de los sin papeles. A partir del próximo año, los padres deberán presentar la solicitud junto con el permiso de residencia, mientras que hasta el pasado curso se les admitía "con reserva" si no disponían de él.

De los 21.517 alumnos de las escuelas maternas municipales, los extranjeros inscritos este año son 4.737, es decir aproximadamente uno de cada cuatro. La ley italiana reconoce a los menores extranjeros el derecho a ir a la escuela, independientemente de la situación legal de sus familias. Sin embargo, en el caso de Milán --cuya alcaldesa, Letizia Moratti (Forza Italia), fue ministra de Educación del Gobierno de Silvio Berlusconi-- se trata de escuelas municipales, y la ley nacional se refiere solo a las del Estado.

Mientras, el alcalde de Chiarano (noreste), Giampaolo Vallardi (Liga Norte), ha pedido al Ministerio de Educación poder limitar al 30% la presencia de niños extracomunitarios en las escuelas maternas. El municipio tiene 3.500 habitantes y en algunas clases de la escuela elemental los extranjeros superan el 50%. En la pedanía de Fossalta Maggiore, 7 alumnos sobre 14 no conocen una palabra de italiano, por lo que, según el alcalde, "es imposible que se comuniquen con sus compañeros y con los profesores".

"El racismo no tiene nada que ver en esto. Lo que queremos es que nuestros hijos no sufran un daño. Los padres están preocupados y los maestros lamentan dificultades graves, ya que resulta imposible llevar adelante un programa educativo", aseguró Vallardi.

Luca Zaia, vicepresidente de la región del Véneto, añadió que "se trata de una batalla de civilización a favor de todos los niños, porque es una hipocresía fingir que la integración se produce con la simple coexistencia en un aula". En el momento de la votación, los representantes del centroizquierda abandonaron la sala.

Sobre un total de 3,6 millones de inmigrados regulares, Lombardía (Milán), Lazio (Roma) y Véneto (Venecia) son las tres regiones con más inmigración estable, respectivamente con 851.000, 500.000 y 398.000 personas de 10 países distintos.