¿Ha aumentado el racismo en España durante estos últimos años? A la vista de la cantidad de gente que no se considera racista pero piensa y actúa como si lo fuese, quizás habría que comenzar definiendo qué significa ser racista. El escritor marroquí Tahar Ben Jelloun se lo explicaba así a su hija Mérièn: "El racismo es un comportamiento bastante extendido, común a todas las sociedades, que desgraciadamente se ha vuelto banal en muchos países porque llega y nadie se da cuenta. Consiste en desconfiar de las personas que tienen características físicas y culturales diferentes de las nuestras, e incluso en menospreciarlas".

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Quizás habría que analizar el fenómeno desde la perspectiva utilizada por Thomas Keneally, autor de la obra sobre el holocausto judío "La lista de Schindler", que Spielberg acabó llevando al cine. En un artículo aparecido en "The Guardián", Keneally asegura que el racismo es un atributo tan humano como el amor, tan genuinamente enraizado en la naturaleza humana como lo están las pasiones amorosas. Pero recordando todas las experiencias acumuladas a lo largo de la historia, hemos de evitar dejarnos seducir por una tentación tan natural y fácil. Sin duda porque el principio de civilización pivota precisamente sobre el autocontrol de pulsiones tan humanas pero tan bestiales.
"Todos en el fondo tenemos un pequeño racista dentro que es muy difícil de percibir", asegura David Cárceles, portavoz de SOS Racisme. "La gente no se reconoce porque no forma parle de los valores democráticos, ni de los derechos humanos. Ni siquiera los grupos racistas o de extrema derecha se reconocen como tales."