Los políticos italianos de todos partidos expresaron su disgusto por la ejecución de Sadam, e incluso el ex primer ministro conservador Silvio Berlusconi lo calificó de 'error político e histórico'.

Presionado por la huelga de hambre de una semana de duración de un hombre de 76 años que estaba en contra de la ejecución de Husein y de la pena de muerte en general, Prodi anunció que Italia presionaría para que la ONU adopte una 'moratoria universal' sobre la pena capital.

Prodi dijo que Italia, que acaba de ocupar un asiento temporal en el Consejo de Seguridad, pretende implicar a los 85 países de la ONU que firmaron una declaración no vinculante en diciembre contra la pena de muerte.

El Gobierno iraquí ha contraatacado a Italia por sus críticas a la ejecución de Sadam, acusando al país de hipocresía, especialmente después de que el dictador Benito Mussolini fuera asesinado por partidarios y ahorcado en una plaza de Milán en 1945, tras la Segunda Guerra Mundial.

'No tienen derecho a interferir en los asuntos de otro país', dijo un responsable gubernamental, Yaseen Majeed, al diario italiano La Repubblica. 'El juicio de Mussolini sólo duró un minuto'.

Mientras que la clase política italiana está unida en su oposición a la pena de muerte, la mención de Mussolini reabrió heridas entre la izquierda y la derecha.

Alessandra Mussolini, nieta del dictador fascista y eurodiputada, dijo que 'la sangre se le heló' cuando vio las fotografías de la ejecución de Sadam.

'Mi mente inmediatamente viajó a las fotos de mi abuelo, que también tenía la cara descubierta expuesta al ridículo público'.