Pena de muerte | > Índice de textos sobre la pena de muerte |
Evaristti conoció a Gene Hathorn -de 47 años y en prisión desde 1983 por el asesinato de su padre, madrastra y hermanastro- en 2007, cuando estaba trabajando con la idea de la pena capital e investigaba quién era el preso que llevaba más tiempo en el corredor de la muerte en Estados Unidos.
"Empezamos a escribirnos cartas y luego fui a visitarlo a la cárcel en Texas. La segunda vez que estuve allí me contó que algunos presos donaban su cuerpo para fines científicos. Le pregunté qué le parecía donar el suyo para una obra de arte y aceptó", indicó.
Leyendo los papeles del proceso vio que Hathorn era considerado literalmente un "desperdicio humano", por lo que decidió transformar la "basura" en algo positivo. La idea de la comida para peces proviene de una polémica instalación que él montó hace varios años en distintos museos y que consistía en unas licuadoras con un pez dentro, que el visitante podía matar apretando simplemente el botón de encendido. Como entonces algunos le llamaron asesino de peces, decidió dar un "giro de 180 grados" y convertirse en alimentador de peces.
Las acusaciones de falta de ética que ha recibido de detractores por su nuevo proyecto le resultan incomprensibles por hipócritas. "¿Cómo es posible que alguien reaccione así por un cuerpo que de todas formas se va a pudrir y no diga nada porque se mate a gente? ¿Cómo podemos aceptar que exista pena de muerte en estos tiempos?. No pueden existir ese tipo de castigos", inquirió.
El artista de origen chileno sostiene además que a Hathorn le van a inyectar tres venenos que fueron desarrollados por un científico nazi.
Evaristti reclama el derecho a realizar una crítica constructiva y espera que la obra provoque una reflexión sobre la pena de muerte y ayude a abolirla, aunque no sabe cuándo se inaugurará la muestra.
[...]
Evaristti aseguró que todos los aspectos legales del acuerdo han sido analizados y que no habrá ningún problema en trasladar el cuerpo, que lo congelará y lo triturará en una fábrica, antes de llevarlo al sitio donde se hará la exposición, del que no quiere decir el nombre, salvo que está en Alemania.
La muestra forma parte de un proyecto más amplio sobre la pena capital, que incluye entre otras cosas una colección de ropa diseñada por él para que sea vestida por los presos en el día de su ejecución, bautizada "The Last Fashion" y que fue presentada el mes pasado en la Semana de la Moda de Copenhague.
[...]