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Los casos de menores maltratados detectados y denunciados por los servicios sociales y la policía aumentan de manera espectacular. Lejos de ser hechos aislados, confirman que la violencia sobre niños en la familia es una dramática realidad
El Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia (CRS) lleva años alertando del aumento espectacular del maltrato infantil, en todas sus variables -físico, psicológico y sexual- en el ámbito familiar en España. En sólo cuatro años -entre el 2000 y el 2004- la cifra de casos tipificados como delito de niños maltratados por sus padres ha pasado de 1.731 a 3.179, casi el doble. En un amplio estudio realizado por el CRS el año pasado, descubría que, si se incluye también al resto de los familiares -hermanos, abuelos, tíos, etcétera- entre el 2000 (con 2.873 casos) y el 2003 (con 4.944), el número de menores de edad víctimas de maltrato dentro del ámbito familiar, en su sentido más extenso, ha aumentado un 72,8%. "Normalmente -señalan desde este centro- pensamos que los casos de malos tratos a menores no nos incumben -desde la creencia de la privacidad familiar- y actuamos irresponsablemente al no denunciarlos".La investigación del CRS descubrió también que el grupo de edad donde la incidencia del maltrato es mayor es en los menores de 13 años, con 2.356 casos en el 2003; y que en todos los años son más las niñas maltratadas -2.985 en el 2003- que los niños -1.959 casos en ese mismo año-. Y lo más grave es que los menores asesinados en el ámbito familiar han aumentado un 77,78%, con nueve muertos en el 2.000 y 16 en el 2004.
Las investigaciones sobre el maltrato a los menores han ampliado y mejorado los conceptos para atender y dar mejor cobertura asistencial y legal a las agresiones a menores. Al maltrato físico, incluido también aquel que provoca la muerte, se suman el abandono físico (por ejemplo, la dejadez en la alimentación o la higiene), el abuso sexual (desde la violación hasta cualquier explotación del menor que no incluya contacto físico), el maltrato emocional (falta de afecto, insultos, amenazas, etcétera) y también el maltrato institucional, que se refiere, entre otras cosas, a la omisión del deber de los poderes públicos para con el menor y cualquier procedimiento o actuación que lesione los derechos de los niños.
Según un informe presentado por varios investigadores en un congreso organizado por el CRS en Valencia con datos del periodo 1997-1998, el maltrato con más prevalencia era el de la negligencia, seguido del maltrato emocional y el físico. En menor medida se presentaba el abuso sexual. El Centro Reina Sofía alerta también de la necesidad de coordinar mejor los servicios sociales, sanitarios y policiales para actuar con rapidez ante cualquier señal, por mínima que sea, de maltrato a un menor.