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Un juez chileno procesó ayer a la médica pediatra Gisella Grulhke y al ex líder de Colonia Dignidad, el nazi y pedófilo Paul Schaeffer, por torturar y causar lesiones graves a ocho niños a finales de los setenta, en este recinto campestre de colonos alemanes, situado 400 kilómetros al sur de Santiago y que durante la dictadura de Pinochet (1973-1990) fue uno de los centros clandestinos de detención de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).La médica confesó al juez Jorge Zepeda, quien investiga los delitos cometidos en Colonia Dignidad, haber administrado medicamentos -en especial, Valium 10 y Modicate- y aplicado electrochoques, por orden de Schaeffer, a estos niños y adolescentes para anular su voluntad y deseo sexual. Después de este tratamiento, los niños quedaban en manos de Schaeffer, acusado de decenas de violaciones y de practicar reiterados abusos sexuales de menores.
Los niños fueron separados de sus padres al igual que todos los menores alemanes residentes en la Colonia y, los más rebeldes, "sometidos a tratamientos de salud no obstante estar sanos, se les suministró psicotrópicos y aplicó corriente eléctrica en sus cuerpos mediante electrochoques", sostiene la resolución del juez. La pediatra, conocida por su apellido de casada, Seewald, acataba la obsesión de Schaeffer "de lograr la separación de los miembros de la familia" para destruir los vínculos familiares e inhibir las conductas sexuales de las víctimas, agrega Zepeda en el auto de procesamiento, que califica de delitos de "lesa humanidad" estos crímenes.
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