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Las redes sociales y las apps han hecho que crezcan los casos de bullying, aunque el acoso cara a cara sigue siendo el predominanteLas denuncias de casos de acoso en los colegios entre adolescentes se han incrementado de forma exponencial en los últimos años fruto, entre otras causas, de la importante labor de concienciación por parte de asociaciones, instituciones y colegios que animan a denunciar las situaciones de bullying que antes se acallaban. No obstante, el silencio sigue siendo el predominante y tan sólo se denuncia una cuarta parte de los casos. Los smartphones y las apps, además, han traído consigo nuevas formas de acoso, denominadas cyberbullying, y que afectan a uno de cada diez menores de edad.
Las nuevas tecnologías han cambiado el modo en el que los jóvenes se comunican y la sensación de anonimato ha motivado que, muchos de ellos, hagan un mal uso de estos avances. Según el II Estudio sobre acoso y ciberbullying, publicado por la asociación ANAR, el 26% de los casos de acoso es a través de las redes sociales, internet y fruto de las nuevas tecnologías en lo que se conoce como cyberbullying.
En la última década se han incrementado las denuncias de estos casos de acoso. Los centros educativos, asociaciones e instituciones han iniciado una importante labor de concienciación para que los menores denuncien estas situaciones. Empresas como Orange, por su parte, también han lanzado campañas para concienciar sobre el buen uso de las tecnologías. La compañía sigue reforzando su apuesta por esta sensibilización a través la iniciativa Por un uso Love de la tecnología, con la que desde el pasado mes de septiembre informa a las familias de los riesgos que pueden conllevar las redes sociales y las aplicaciones si no se usan de forma adecuada.
Rápida difusión
Aplicaciones y redes sociales como Whastapp, Tuenti, Facebook o Instagram se han posicionado como plataformas en las que difundir con rapidez los contenidos, burlas e insultos que dan lugar al cyberbullying. De hecho, el 75,3% de estas agresiones se realiza a través de Whatsapp, el servicio de mensajería instantánea más popular, mientras que el 37,6% de los casos es a través de redes sociales.
En la actualidad, el principal tipo de acoso escolar siguen siendo los insultos y las ofensas de palabra, que se produce en un 71,6% de los casos. Además, las nuevas tecnologías han contribuido a que este acoso se deba también a la difusión de imágenes y videos comprometidos (20,2%), la difusión de información personal de la víctima (el 11,7%) y al pirateo de una cuenta personal de la víctima.
En cuanto al género, las chicas son más vulnerables de sufrir cyberbullying que los chicos (66,7% frente a un 33,3%) y la edad media de las víctimas es de 13,5 años. La mayoría de situaciones se detectan en adolescentes de entre 12 y 13 años (19,4% y 23,7% respectivamente), ya que es a esa edad a la que empiezan a tener contacto con las nuevas tecnologías y se sienten más independientes, según los datos revelados por el II Estudio sobre acoso y ciberbullying publicado por la Asociación ANAR. Por ello, es muy importante concienciar sobre el buen uso de las aplicaciones, redes sociales y servicios de mensajería instantánea desde la infancia, para evitar así que conforme vayan adquiriendo independencia hagan un mal uso de estas tecnologías.