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La fundación Vicki Bernadet, que lucha desde 1997 contra los abusos sexuales infantiles, hace un paralelismo entre la detención de un entrenador de fútbol de la Unió Esportiva Sants y un proverbio. "Cuando el sabio señala la Luna, el necio mira el dedo". La Luna son los abusos sexuales, "que sufrirán más del 20% de los niños antes de cumplir los 17 años". El dedo, un entrenador del juvenil femenino de este club centenario.
"Donde hay niños, hay abusos", sentencia Beatriz Barrera, portavoz de la fundación Vicki Bernadet, a la que acudió la propia UE Sants en demanda de ayuda. El lunes, tres jugadoras, de 16, 17 y 18 años, denunciaron al entrenador; el martes fue detenido; el miércoles pasó a disposición judicial y quedó en libertad provisional por presuntos abusos sexuales. La fundación confirma el contacto con el club, pero lo matiza.
Cuando trascendió la detención, Pilar Polo, psicóloga de la fundación, dio unos consejos urgentes a la UE Sants, que ha suspendido cautelarmente de empleo y sueldo al acusado, de 33 años. Esas recomendaciones señalaban cómo se debe afrontar el caso entre el colectivo de las futbolistas y cómo han de ser las comunicaciones con las familias, "pero la tarea no ha hecho más que comenzar".
La inmediatez de la noticia y las explicaciones del club han dado la sensación de que ya se han establecido unos protocolos para la detección de abusos. Pero de momento solo se ha presentado el abecé del trabajo que se ha de realizar, "y que puede durar meses". ¿Cuántos? "No se sabe todavía, cada institución que nos pide ayuda tiene unas necesidades especiales y un calendario distinto".
"El problema no es la UE Sants. Hoy les ha tocado a ellos. Mañana le tocará a ", dice Beatriz Barrera. El problema es la lacra de los abusos sexuales infantiles, "que mantiene un porcentaje altísimo sin variación ni mejora a lo largo de los años". Estudios realizados en Europa, Canadá y Estados Unidos señalan un dato preocupante: entre un 23% y un 25% de las niñas (un 10%-15% de niños) sufrirán abusos antes de los 17 años.
Y otra información alarmante: el 60% de esas niñas y niños no recibirá ningún tipo de ayuda. Aquí hay que poner el foco y no en un caso concreto, sostiene la fundación. Su fundadora, Vicki Bernadet, sabe de qué habla. Sufrió abusos de los 9 a los 17 años y no lo pudo revelar hasta los 34, cuando reunió la fuerza suficiente para romper el "círculo de silencio" que hace sentirse culpables y avergonzadas a las víctimas, como si la culpa fuera suya.
Si se confirmasen los hechos que se imputan al entrenador, se confirmaría uno de los axiomas de los abusos a niños y jóvenes: la mayoría tienen lugar en el entorno de confianza de las víctimas. Es decir, "la familia y los adultos implicados en su cotidianidad". Por eso es tan importante que instituciones que trabajan con menores, ya sean académicas, culturales, deportivas o de ocio, sepan cómo prevenir estas vejaciones.
Y por eso también es clave que los profesionales de estas instituciones sepan detectar estas situaciones. Tal fue el requerimiento de la UE Sants a la fundación, que aceptó el encargo, aunque "no ha hecho más que comenzar el camino". Los siguientes pasos incluirán, entre otras actividades, clases de formación para los trabajadores y charlas para los deportistas de las categorías inferiores, adecuadas a la edad del auditorio.
La prevención y la formación es un vértice del triángulo. Los otros son la comunicación y sensibilización, y la atención psicológica y jurídica a las víctimas, "que a veces llega tarde por la prescripción de los delitos". Es el caso, por ejemplo, del escritor Alejandro Palomas, que ha visto con impotencia cómo elude la justicia el religioso de La Salle en Premià de Mar que abusó de él cuando era un escolar. Hoy la UE Sants, ayer La Salle... Y así se soslaya lo principal. "El abuso sexual es una lacra social y un problema de salud pública", insiste la fundación Vicki Bernadet.