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"El abusador sexual de menores está en el entorno más cercano, la familia"
Cristina Sen
. La Vanguardia, 20/11/2021

Nuria, Mercè y Carles han decidido hablar, han puesto sobre la mesa las cartas que han escrito para que el abuso sexual en la infancia deje de ser una realidad invisibilizada. En el silencio, en la oscuridad, dicen, los monstruos se mueven bien. Unos monstruos, explica Nuria, que no son verdes ni gigantes, son personas que viven en el entorno más cercano de los niños. El 80% de los casos de abuso sexual se producen en estos núcleos más próximos como la familia y la escuela.

Entre un 10% y un 20% de los niños han sufrido abuso sexual en la infancia, pero no es hasta muchos años después cuando encuentran la fuerza para contarlo. Pero es imprescindible alzar la voz como han hecho ellos en la campaña de sensibilización que ha lanzado la Fundació Vicki Bernadet, producida por la agencia Ogilvy, porque si entre los menores no hay conciencia de que esto sucede, y puede suceder, siempre seguirá en silencio. Hay que saber trasladar, explicaba la psicóloga Noemí Pereda, que la familia no siempre es un lugar feliz y seguro.

El abuso sexual en la infancia, subrayaba, destruye la confianza y la autoestima, rompe los proyectos de futuro, genera ansiedad, ideaciones suicidas. El adulto que abusa se aprovecha del vínculo afectivo, es una violencia sutil, cotidiana, invisible. Mercè tiene sesenta años y explica que desde los siete es una superviviente de los abusos sexuales, sufridos en su ambiente de confianza, en su casa. El ahogo, el silencio, el silencio "que hace daño. Es como el agua estancada que se pudre y contamina el medio, lo hace enfermar. Este silencio hace que todo se tambalee, sobre todo la familia". Creció con miedo, sintiéndose "tonta, vieja, fuera de juego, examinada".

Como Nuria que se dirige a la sociedad, a las familias, y no a las víctimas, para que abran los ojos y protejan a los menores. Lo dice quien sufrió abusos sexuales en la infancia por parte de su padre, y que años después, protegiendo a su hija se culpa de no haber visto que la pequeña sufría el abuso de su expareja.

Bernadet y Pereda presentaron la campaña desgranando datos que hablan de las preocupantes tasas de abuso sexual en la infancia, una lacra difícil de aflorar. En un trabajo realizado en centros escolares de Barcelona en el 2018, un 72% de los maestros señalaban tener sospechas sobre casos de abuso, pero solo un 20% lo notificaban. Entre los niños, solo un 9,2% trasladó lo que le sucedía.

No hay datos de lo que sucedió durante la pandemia. Las denuncias se redujeron por la imposibilidad de los pequeños de tener lugares fuera del hogar que pueden ser sitios donde se detecta. "Fueron los invisibles dentro de los invisibles", se indica. Los estudios apuntan a que hubo un fuerte aumento. Casos que aflorarán dentro de unos años por este silencio que sigue en pie. Carles explica que sufrió abusos sexuales a los diez años, y hasta los 47 no lo explicó. "Mientras me estáis escuchando, muchos niños y niñas están sufriendo abuso ahora mismo".