Presos británicos fueron sometidos a electrochoques en los años 50

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Presos homosexuales recibieron tratamiento de electrochoque en los años 50, en una serie de experimentos llevados a cabo por el Gobierno británico con el objetivo de descubrir las causas de la homosexualidad. Otros recibían estrógenos -hormonas femeninas- si aceptaban ser tratados por lo que el Ministerio del Interior describió como «anormalidades sexuales».

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El uso de electrochoques para curar la homosexualidad era una práctica generalizada en hospitales públicos y privados durante los años 50 y 60. Peter Price, hoy un conocido locutor de radio en Liverpool, explicó recientemente los detalles de la cura que llevó a cabo hace 40 años, para evitar que se repita algo semejante.

Peter, presionado por una madre que no aceptaba su desviación, decidió realizar un curso de recuperación de la normalidad. «Me lo presentaron como lo último, como la solución definitiva a mis problemas. Y yo me moría de ganas de ser heteréosexual porque era muy difícil vivir como gay por aquel entonces», dice hoy Peter.

Tras alcoholizar y desvestir al paciente, le enseñaron fotos desnudas de hombres y cada vez que se sentía excitado recibía una descarga eléctrica. A continuación, emitieron películas porno gays que Peter debía ver mientras tomaba un refresco con veneno que le ponía enfermo.

Treinta años después, Peter Price no tiene duda de que todo aquello fue un error. «Me costó ver que no estaba enfermo, sino simplemente reprimido y temeroso», asegura.