El gobernador del estado de California (Estados Unidos), el demócrata Jerry Brown, ha promulgado una ley por la que prohíbe someter a los menores de edad a cualquier tipo de tratamiento para convertir en heterosexual a un homosexual. La norma entrará en vigor el 1 de enero de 2013.

"Esta ley prohíbe las 'terapias' no científicas que han provocado depresión y suicidios entre los jóvenes", ha explicado Brown. "Estas prácticas no tienen ninguna base científica ni médica y ahora quedarán relegadas a la charlatanería", ha apostillado en declaraciones recogidas por la edición digital del diario 'Los Ángeles Times'.

California se convierte así en el primer estado de Estados Unidos que prohíbe estos tratamientos. "Nadie puede quedar impasible mientras los menores son sometidos a abusos psicológicos y quien obligue a un menor a cambiar su orientación sexual debe comprender que es inaceptable", ha argumentado por su parte el senado demócrata por California Ted Lieu, impulsor de la iniciativa legislativa.

La ley ha contado con el apoyo de la Asociación de Psicología de California o la Dirección de Ciencias del Comportamiento de California y grupos como el Centro Nacional para los Derechos de las Lesbianas, cuya directora ejecutiva, Kate Kendell, ha defendido que era necesaria para que "los médicos con licencia estatal no puedan someter a los jóvenes a prácticas que han sido condenadas a nivel mundial por expertos médicos, que provocan daños terribles".

Sin embargo, el Partido Republicano se ha opuesto a la norma porque consideran que supone una intromisión en la libertad de los padres para educar a sus hijos. El Instituto de Justicia del Pacífico, de tendencia conservadora, ya ha anunciado un recurso contra la ley porque considera que viola el derecho constitucional a la libertad de expresión de los médicos y el derecho de los pacientes a acceder a información.

También ha criticado la medida la Asociación Nacional para la Investigación y las Terapias para la Homosexualidad (NARTH), cuyo presidente, Christopher Rosik, quien ha afirmado que "los ciudadanos, especialmente los padres, deberían ser conocedores de la indiferencia de quienes apoyan esta ley para con su libertad de elección".