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La asociación de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales Algarabía, de Tenerife, ha exigido una rectificación "pública y personal" del obispo de la Diócesis de Tenerife, Bernardo Álvarez, quien en una entrevista relacionó la homosexualidad y el abuso de los menores.Según Bernardo Álvarez, "no hay que confundir la homosexualidad como necesidad existencial de una persona con la que es practicada como vicio. La persona la practica como puede practicar el abuso de menores. Lo hace porque le atrae la novedad, una forma de sexualidad distinta".
Estas palabras fueron expresadas por el obispo de Tenerife en una entrevista publicada por el periódico La Opinión, y este viernes la presidenta de Algarabía, Eugenia Sangil, ha exigido la rectificación personal de Bernardo Álvarez.
Eugenia Sangil ha declarado en rueda de prensa que las palabras del obispo ofenden a la dignidad y conculcan la Constitución, y ha lamentado el efecto que tales palabras han causado en la comunidad cristiana, en la que "también hay gays y lesbianas prestando sus servicios con total dedicación".
La presidenta de Algarabía ha negado que un niño de 13 años esté capacitado para permitir abusos sexuales, y ha criticado que se compare a los homosexuales con pederastas.
Eugenia Sangil ha insistido en que la rectificación debe ser personal porque fue el obispo quien habló, y criticó que se comparase a los homosexuales con los abusos de menores, porque entre otras cosas "hay que pensar lo que se dice".
El vocal de Algarabía José Francisco Mesa ha considerado que lo más grave es que las palabras las pronunció una persona del relieve del obispo de Tenerife, una isla en la que hay "una gran comunidad cristiana, y esas palabras pueden inducir a error e incluso a odio hacia las personas que sienten de forma distinta".
Mesa ha estimado que es "muy grave" que una persona con el cargo social del obispo de Tenerife haga unas manifestaciones "denotando el gran desconocimiento que tiene de la realidad social, y haciendo alusión a términos inconexos y que no están contextualizados".
La presidenta de Algarabía ha asegurado que las palabras del obispo no son el pensamiento de toda la Iglesia Católica, la cual "tiene que ayudar a ser, no a destruir", ha dicho Sangil, que no se considera pecadora por ser lesbiana y que ha pedido a Bernardo Álvarez que asuma su error.
La asociación Algarabía invita al obispo a que descubra que los homosexuales son personas capaces y con derechos y a que conozca lo que hacen, y aunque sus miembros no quieren entrar en polémicas aseguran que no cederán sus derechos irrenunciables "que tan duramente nos cuesta conseguir".
En un manifiesto, esta asociación recuerda que la vida "no parece fácil para nadie, menos aún para todas las personas que en su evolución vital se dan cuenta de que sienten y aman de distinta manera".