Belén se ha apuntado a un curso de relajación.-Respira hondo, despacio- le dice la monitora.
Belén sigue las instrucciones, y respira hondo, lentamente.
-Ahora, deja pasar los pensamientos, no les hagas caso, imagina que son hojas secas que un viento suave las arrastra, se las lleva.
Y Belén lo imagina. Y poco a poco se va sintiendo liviana, serena.
Luego Belén vuelve a casa. Mira las noticias, y ve que otra patera se ha hundido en el mar. Y que todas las personas que iban en ella han muerto ahogadas.
Belén respira hondo, despacio. Y se relaja, se relaja, se relaja...
Ya nada la inquieta.