Libertad de expresión |
La verdad es que
no es muy gracioso...
- La obra de un
dibujante que no va más allá de un burdo esquema mental.
Nada más. No pienso amenazarlo de muerte, pero, desde luego, eso
no significa que me guste.
¿Usted
es un caso aislado de tolerancia?
- Creo, como millones
de conciudadanos demócratas de cultura islámica, que fijar
los límites de la libertad de expresión no corresponde a
las algaradas callejeras ni a las amenazas violentas, sino a los tribunales
de los que se dotan las democracias para velar por que todos los ciudadanos
podamos ejercer nuestros derechos sin lesionar los de los demás.
No podríamos
estar más de acuerdo.
- Por eso también
pienso que tampoco Siria ni Pakistán ni ningún gobierno ni
autoridad religiosa tienen legitimidad para capitalizar políticamente
esa supuesta indignación.
Pero las protestas
son masivas.
- Porque esas caricaturas
han colmado un vaso ya muy lleno de injusticias. Ahora es una ofensa a
un símbolo religioso lo que desborda de nuevo ese vaso, pero las
causas reales de la protesta son políticas, no religiosas.
¿No es
la guerra de religiones?
- ¡En absoluto!
Lo que está sucediendo no es religión sino pura política.
La ofensa al Profeta sólo es un catalizador de toda la rabia que
el mundo árabe acumula año tras año por el trato que
recibe de Occidente. Ese trato sí que me ofende a mí y a
cualquier ciudadano árabe más que ninguna caricatura.
¿Sus estudiantes
piensan como usted?
- Mis estudiantes
se han indignado y es legítimo que lo hagan y se expresen.
¿Quemar
banderas es libertad de expresión?
- También
ellos tienen derecho a la libertad de expresión siempre que no lleguen
a la violencia contra bienes o personas.
¿Qué
votarían sus estudiantes en su clase?
- Creo que la mitad
de la clase defendería la libertad de expresión conmigo,
y la otra mitad, no. Otra cosa, desde luego, es tratar de convencer a los
manifestantes en la calle. Las masas agitadas por agitadores son exactamente
eso y no suelen estar para debates.
¿Cree que
avanzarán en la tolerancia?
- Los países
árabes tal vez podamos aprender mucho sobre tolerancia, diversidad
y convivencia, pero es un aprendizaje que debemos hacer nosotros solos
en nuestras comunidades. Sin lecciones de nadie.
¿Qué
les ha hecho Occidente?
- Para empezar,
colonizarnos. Después, ha impedido sistemáticamente la posibilidad
de una democracia en el mundo árabe.
En sus discursos
dicen otra cosa.
- La verdad es que,
tras la colonización, las potencias occidentales han apoyado dictaduras
opresivas primero por el temor al nacionalismo panarabista; después
por el temor a la influencia soviética, y ahora por el temor al
islamismo. Han preferido dar su apoyo a cualquier cosa menos a la democracia
árabe.
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