Libertad de expresión |
En Túnez, el Consejo de Ministros del Interior, reunido en su XXIII sesión e integrado por 22 países árabes, denunció y condenó "los ultrajes al islam y a su profeta" en la prensa danesa, y pidieron al Gobierno de Copenhague duras sanciones para los autores.
El lunes, la dirección del periódico expresó sus disculpas por la publicación de las viñetas, "que no violaban la ley danesa, pero habían ofendido a muchos musulmanes". Poco después, el primer ministro danés había celebrado las excusas del periódico, esperando que ese gesto rebajara la tensión diplomática y las protestas en los países árabes. "El Gobierno danés no puede disculparse en nombre del periódico. Y tenemos que explicar a los países musulmanes que la prensa independiente no está editada ni depende del Gobierno", añadió Anders Fogh Rasmussen.
Pero ayer las protestas continuaron. En Argelia, Irak e Irán, los embajadores daneses fueron llamados a los respectivos ministerios de Exteriores para hacerles llegar el malestar de los Gobiernos y exigirles disculpas. Al mismo tiempo, el Ministerio de Exteriores danés aconsejó a sus ciudadanos, como había hecho en días anteriores, que no viajaran a Arabia Saudí si no era imprescindible, y que tomaran medidas de precaución si lo hacían a otros países árabes.
En Gaza, miles de simpatizantes de Yihad Islámica, algunos de ellos armados, pidieron que Dinamarca se disculpara por caricaturizar y burlarse del profeta.
En Marruecos, el Consejo Superior de los Ulemas, compuesto por 15 miembros designados por el rey Mohammed VI, expresó su condena por las caricaturas y el "carácter ultrajante" de las mismas.
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