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El pleno del Consejo General del Poder Judicial acordó ayer la separación definitiva de la carrera de la titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Motril (Granada), Adelina Entrena. La juez mantuvo en prisión durante 437 días a José Campoy, un toxicómano acusado de robo al que había absuelto. Entrena se olvidó de pedir a la cárcel su puesta en libertad.La juez mantuvo también en prisión injustificadamente a D. A. S., acusado de maltrato, al que condenó a siete meses de prisión en 2006. El preso recurrió a la Audiencia de Granada pero la juez no lo liberó cuando cumplió la mitad de su pena, el plazo máximo de prisión sin sentencia firme. La juez sólo ordenó su salida de prisión dos semanas después de que la Audiencia confirmara la pena, cuando el preso había cumplido 35 días más de lo que le correspondía.
Lo mismo ocurrió con E. A. I., enviado a la cárcel como presunto autor de quebrantamiento el 22 de marzo de 2006 y condenado también por ella a seis meses de prisión. Tampoco fue liberado tras cumplir la mitad de la pena y sólo salió de la cárcel cuando hubo cumplido un mes más de lo que se le había impuesto.
El expediente constató también el descontrol total de las causas con preso en el juzgado. Un inspector llegó a considerar el registro de reclusos "un instrumento inútil". El instructor consideró que Entrena había cometido seis faltas graves de desatención y solicitaba la separación por cuatro de ellas y la suspensión temporal por las dos restantes. La de Entrena es la octava expulsión de un juez que el Consejo decide desde 1984.