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¿Tomarse un café? ¿Una caña? Mucho más. En los países pobres, una familia puede comprar un pollo y medio, y un pueblo de 2.600 personas puede potabilizar el agua que bebe en un día. Siete ONG cuentan lo que les da de sí un euro.Comprar un pollo y medio. Ecuador. Ayuda en Acción
En países latinoamericanos como Ecuador y Honduras, Ayuda en Acción, ONG especializada en trabajar con la infancia, hace maravillas con un euro. Y sobre todo las hace en la "canasta básica de la compra". Vayamos a los mercados de Ecuador, un país donde el salario básico mensual es de 108 euros. Con esa moneda de un euro que a veces a nosotros nos parece tan insignificante, podemos comprar medio kilo de carne de vaca o de cerdo. O medio kilo de queso. O un pollo y medio. Es decir, hasta puede comer una pequeña familia, a menudo rota por la emigración."Aquí, el principal problema que tenemos es el bajo nivel de la educación, que, unido a la desestructuración de muchas familias, porque los papás han emigrado a España o a Estados Unidos, deja a los niños en situaciones muy vulnerables", dice Mónica Jacome, encargada de coordinar la comunicación de esta ONG en el país andino. "La falta afectiva les arrastra, por ejemplo, a las pandillas callejeras. Además, a medida que van creciendo, se dan cuenta de las pocas oportunidades que tienen de ambicionar algo. Para muchos, la única salida sigue siendo irse para allá, a la tierra de ustedes".Vacunar 14 cabezas de ganado. Chad. Intermón-Oxfam
"Desde el estallido del conflicto en Darfur (Sudán) en 2003, unos 230.000 refugiados han cruzado la frontera con Chad y sobreviven en campos en los que dependen totalmente de la ayuda internacional", cuenta Rosario Iraola, responsable del programa humanitario de Intermón-Oxfam para Chad, uno de los países más pobres de la Tierra (ocupa el puesto 171º, de un total de 177, en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU). La región fronteriza con Darfur que ha acogido el flujo de refugiados es una región empobrecida, donde el desierto avanza con rapidez y donde no hay suficiente agua, ni tierra para pastos y cultivos, ni madera para tanta gente. "En ese ambiente desolador, el ganado juega un papel fundamental en la supervivencia, tanto de las comunidades de refugiados como de la población local de la zona afectada por la crisis. Para unos y otros es prácticamente su único capital, su cartilla de ahorro, lo que les permite completar la dieta. Así, una de la principales necesidades detectadas por las organizaciones humanitarias era proporcionar ayuda para garantizar la supervivencia del ganado". Desde 2004, Intermón-Oxfam ha puesto en marcha tres campañas de vacunación y tratamiento veterinario. Ahí entra en juego nuestro euro. Rosario Iraola: "El coste de vacunar a 14 cabezas de ganado en este programa es de un euro".Un día de colegio. El Salvador. Plan España
Un día de colegio, con todos los gastos cubiertos, los que se ven y los que no: matrícula, traslados, material, educación, uniforme y un tentempié. Todo eso puede conseguirse en El Salvador con un euro (por 50 céntimos más, una comida), que Plan España administra en forma de becas escolares a alumnos de secundaria. Un millar de jóvenes, procedentes de comunidades marginadas y con buen rendimiento académico, se benefician de estas ayudas en un país donde la tasa neta de escolarización cae en picado en secundaria: en 2004 era del 27,1%. Para beneficiarse de estas becas, Plan exige el compromiso de los padres, que deben certificar que sus hijos van a seguir estudiando. Porque el abandono escolar, sobre todo el de las chicas "trabajadoras en casa y en los campos", es una de las debilidades estructurales en los países en desarrollo. Para muchas familias, el coste de enviar a las hijas al colegio es demasiado alto, en comparación con la ventaja inmediata que obtienen de su trabajo. "Con estas becas contribuimos a lograr la igualdad", explica Macarena Céspedes, portavoz de Plan España.Tres días y medio de vida. Zimbabue. Médicos sin Fronteras
La lucha contra el sida en África es uno de los asuntos que más preocupan a Médicos Sin Fronteras. Hay más de 25 millones de seropositivos en el continente, y en la última década, la enfermedad ha hecho descender la esperanza media de vida de un africano en cuatro años, dejándola en sólo 46. Por eso han elegido este ámbito al preguntarles qué hacen ellos con un euro en sus proyectos. Y han seleccionado su proyecto en Bulawayo (Zimbabue), que comenzó en 2002 y que cuenta actualmente con 3.400 adultos en tratamiento con antirretrovirales (ARV) y 800 niños. Fernando Parreño, pediatra del proyecto, explica lo que pueden hacer: "En la primera fase del tratamiento con antirretrovirales se utilizan los medicamentos de primera línea, que, gracias a la competencia de los genéricos, han reducido su precio notablemente en los últimos años. Con estos ARV de primera línea, en Zimbabue, un euro de presupuesto permite tratar a una persona durante tres días y medio". Pero una vez más aflora el elevado precio de los medicamentos, sometidos a las patentes de las multinacionales y que tienen acogotada la salud pública de muchos países del sur, que sufren el ciclón de epidemias como el sida. Ese euro separa la delgada y dramática línea de la vida, de tres días de vida. Sigue Parreño: "El problema es que, al cabo de unos pocos años de tratamiento (tres o cuatro, según la persona), el virus se hace resistente a los medicamentos más antiguos y es necesario pasar a los ARV de segunda línea, mucho más caros por el refuerzo de las leyes y acuerdos de patentes, que están frenando la producción de genéricos".Siete dosis de medicamentos. Gaza. Médicos del Mundo
Victoria electoral de Hamás en enero de 2006, embargo del Gobierno israelí, suspensión de la ayuda económica por parte de la UE" Palestina se queda sin existencias. El ejemplo de un botiquín vacío en cualquiera de los centros de salud de Gaza ofrece la mejor prueba de que la política, como las guerras, también la sufre la población civil. El estado de desabastecimiento de la sanidad pública es palmario: según datos de Unicef, el almacenamiento de medicamentos en Gaza está en ruptura de stock en 162 medicamentos básicos. "La necesidad de fármacos y material médico esencial es acuciante", asegura desde Jerusalén Eduardo de Francisco, coordinador de la misión de Médicos del Mundo. Los hay en el mercado, pero el Ministerio de Salud palestino no puede sufragarlos por baratos que resulten: una dosis de diazepam, ansiolítico; cinco de amoxicilina, antibiótico de amplio espectro, y otra de gentamicina, para tratar la meningitis e infecciones urinarias, cuestan sólo un euro. Médicos del Mundo centra su intervención en la franja en la distribución de medicamentos, con varias entregas programadas.Pero a la falta de medicinas se suma la interrupción de los tratamientos o la inaccesibilidad de centros de salud u hospitales por culpa de un estado de guerra no declarado. "El 23% de los pacientes necesita más de una semana para acudir a la consulta tras el inicio del episodio de enfermedad. Tras la incursión israelí del pasado junio, el tiempo para desplazarse a los centros de salud se ha multiplicado por cuatro: una hora y cuarto de media, frente a los 20 minutos de antes", añade De Francisco. Y no sólo flaquea la salud física, sino también la psíquica: hay una sensación generalizada de miedo, ansiedad e incluso pánico entre los jóvenes, las mujeres y los ancianos. "El 80% presenta signos de trauma psicológico", añade el coordinador. Una dosis de ansiolítico no vale más que 0,006 euros.Un día de agua potable para 2.600 personas. Angola. Acción Contra el Hambre.
Una sola gota de agua contaminada puede llevarse por delante a decenas de personas. El cólera, una enfermedad cien por cien curable, hace estragos periódicamente, sobre todo entre los niños, en los países pobres, como demuestra la epidemia desatada en Angola el pasado año que costó la vida a 3.000 personas. Muchas víctimas, demasiadas si se tiene en cuenta lo poco que cuesta potabilizar el agua: por un euro, 150 gramos de cloro aseguran las necesidades básicas diarias de 2.600 personas. "El agua es el principal agente transmisor del cólera", afirma Basilio Rodríguez, técnico de agua y saneamiento de Acción contra el Hambre en el distrito de Benguela, uno de los más tocados por la epidemia. "La enfermedad se elimina a través de las heces, así que el único tratamiento, una vez contraída, consiste en suministrar al enfermo agua tratada (clorada), para evitar la deshidratación, principal causa de muerte, sobre todo en los niños. Si se toma agua potable, el cólera no se reproduce y el episodio termina". Además de la cloración de las fuentes de agua habituales (pozos, depósitos, etcétera), esta ONG se emplea a fondo en la sensibilización de la población frente al periódico embate de la enfermedad. "Han oído hablar de bacterias, pero cuando ven las almohadillas que utilizamos para el análisis bacteriológico, con la superficie llena de puntitos negros "las colonias de bacterias", reparan de verdad en ello. Es lo que más les impresiona".El diagnóstico de una madre con sida. Campaña internacional. Unicef España
El bebé de la fotografía, nacido en Bangalore (India), de madre seropositiva, no sabe aún si la ruleta del virus se ha parado en su cuna. Pero padezca o no la enfermedad, la sufrirá: con la pérdida de su madre, la merma de calidad de vida y un futuro en entredicho. "Los niños son la cara oculta del sida, pero la suya es una vulnerabilidad extrema: el sida les afecta mucho más dramáticamente que a los adultos", afirma Amalia Navarro, directora de Sensibilización de Unicef España. "¿Se imagina alguien a uno de sus hijos teniendo que hacerse cargo del hogar a los ocho años? Eso pasa a diario en el mundo cuando uno de los progenitores, o ambos, fallecen de sida, y el niño, o la niña, se convierte en cabeza de familia", prosigue Navarro. Cada día, 1.800 niños menores de 15 años resultan infectados por VIH en el mundo. La mayoría son recién nacidos, porque sólo el 10% de las embarazadas tiene acceso a un tratamiento preventivo de la transmisión vertical (madre-hijo). Unicef, a través de su campaña Unidos por la infancia. Unidos contra el sida, pretende que ese porcentaje alcance al 80% de las futuras madres en 2010. Porque el sida es mucho más que una enfermedad, es una vía de agua en la frágil línea de flotación del desarrollo. Detectar es prevenir, por eso, un euro vale mucho: lo que cuestan el diagnóstico y el asesoramiento a una gestante para evitar la transmisión al bebé. Por un euro, "esos porcentajes aterradores, que no deberían permitirnos conciliar el sueño", según Navarro, pueden desinflarse como un globo, en proporción inversa a la esperanza de vida de este bebé.