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Un centro gaditano rebaja 30 euros a enfermeras y auxiliares
Las enfermeras tienen que ir monas al trabajo, sobre todo con falda, si quieren cobrar el complemento de asistencia, unos 30 euros al mes. Lo exige la dirección de la clínica San Rafael de Cádiz y lo denuncia la presidenta del comité de empresa, Adela Sastre, que ha convocado una concentración de protesta la semana que viene ante el centro hospitalario, concertado con el Servicio Andaluz de Salud. Sastre asegura que una decena de enfermeras y auxiliares de clínicas ya han visto mermados sus salarios por no plegarse a vestir el preceptivo uniforme, compuesto por falda, camisa y cofia.El gerente del hospital, José Manuel Pascual, que ayer no estaba en su despacho, dijo a Efe que no conocía la protesta de las enfermeras y auxiliares de clínica, pero que el incumplimiento de la norma del uniforme conlleva una penalización económica. Y si la medida choca con la ley de Igualdad, el camino son los tribunales, y no la movilización en la calle. El resultado es que no se les paga el complemento de asistencia. La presidenta del comité de empresa cree que se trata de una vulneración de la ley de Igualdad y anunció ayer que acudirá a los tribunales. IU también piensa llevar el asunto al Parlamento andaluz en cuanto reanude sus sesiones. La delegación de Salud en Cádiz pidió la semana pasada un informe por escrito al gerente de la clínica por si su actuación vulnera la legislación vigente, pero todavía no ha recibido respuesta.
El número de personas afectadas es de unas 200 entre enfermeras, auxiliares de clínica y limpiadoras. En el hospital reconocen que hace tiempo que no cumplen la norma del uniforme, pero, según denuncian las trabajadoras, desde enero el gerente de la clínica se dedica a pasear por la zona de hospitalización para advertir a las que no llevan falda que están incumpliendo el reglamento y que se atengan a las consecuencias.
Adela Sastre asegura: "No creímos que con los tiempos que corren se atreviera a tomar medidas, pero en la nómina de marzo han descontado unos 30 euros a una decena de compañeras que no usan falda en la zona de atención al público". Sastre sostiene que la dirección de la clínica no se interesa por "velar por la seguridad laboral ni por la comodidad de su personal, sino que estemos monas de cara al cliente, algo que no es propio de la época en la que vivimos". Y añade: "No sabemos por qué ahora le ha dado por ahí al señor Pascual, cuando hace años que muchas usamos los pantalones de pijamas sanitarios de la empresa y nadie protesta".