"Nunca
se debe pegar en situación de furia exacerbada y ciega para evitar
males mayores. No se deben golpear las partes sensibles del cuerpo. Los
golpes se han de administrar a unas partes concretas del cuerpo como los
pies y las manos, debiendo utilizarse una vara no demasiado gruesa, es
decir ha de ser fina y ligera para que no deje cicatrices o hematomas en
el cuerpo. Los golpes no han de ser fuertes y duros, porque la finalidad
es hacer sufrir psicológicamente y no humillar y maltratar físicamente."