Ejecuciones extrajudiciales, "desapariciones" |
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Ahora, al pensar en los años 1918-1920, nos vemos en un aprieto: ¿considerar integrantes de las riadas carcelarias a todos aquellos a los que "les dieron el paseo" antes de llegar a la cárcel? ¿Y en qué casilla registrar a los que fueron "despabilados" en el patio del soviet rural o a las afueras del pueblo por los comités de campesinos pobres?
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También es difícil determinar si deben figurar aquí, entre las riadas de presos o en la cuenta de la guerra civil, las decenas de miles de "rehenes", ciudadanos pacíficos que no fueron acusados formalmente de nada, ni siquiera anotados a lápiz en ningún sitio, pero que se les dio el paseo para amedrantar o vengarse del enemigo en la guerra o de las masas insurrectas.
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Había por
aquella época un término oficial: la justicia sumaria "extrajudicial".
No porque no hubiese tribunales de justicia, sino por la existencia de
la "Checa", que resultaba más eficaz. Los tribunales de justicia
permanecían íntegros y condenaban a muerte también,
pero siempre había al lado e independientemente de ellos, el castigo
extrajudicial, que no podía ser olvidado. ¿En qué
medida se puede calcular el volumen de sus actividades? En su popular exposición
de las actividades de la Checa, M. N. Latsis, presenta la siguiente suma
correspondiente sólo a año y medio (de 1918 hasta mediados
de 1919) y considerando sólo veinte Gobiernos de la Rusia Central
("las cifras que se ofrecen aquí están lejos de ser completas",
quizá debido también, en parte, a una falsa modestia): fusilados
por la Checa, es decir, sin resolución judicial, 8.389 personas.