Ejecuciones extrajudiciales, "desapariciones" |
Los restos hallados corresponden a víctimas ejecutadas por el ejército franquista en julio de 1936, al inicio del conflicto en Espaņa
Un equipo arqueológico ha encontrado en el cementerio de Belchite, un pequeño pueblo de poco más de 1.500 habitantes en el noreste de España, una fosa común con los restos de 150 personas fusiladas por el bando franquista al inicio de la guerra civil española (1936-1939). La exhumación ha sido promovida por la asociación Mariano Castillo Carrasco, que era el alcalde de la población cuando estalló el conflicto y fue detenido por pertenecer al bando republicano.
Los arqueólogos han trabajado a partir del testimonio de Constantino Lafoz Garcés, miembro del ejército franquista y uno de los responsables de las ejecuciones. Lafoz era miembro de la Falange Española, partido de ideología fascista que ejerció una fuerte represión contra los sublevados durante el conflicto militar y también después, durante la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).
En septiembre de 1937, cuando ya hacía un año que había empezado la guerra, Lafoz fue detenido e interrogado por el ejército republicano. Según su declaración, los fusilamientos en Belchite tuvieron lugar el 20 de julio de 1936, durante la primera semana de la Guerra Civil.
Lafoz declaró que se fusilaron a 200 personas dentro del cementerio y a otras 200 alrededor del pueblo, siguiendo las órdenes de los jefes de la Falange. En su declaración reconoció haber ejecutado a 50 civiles él mismo.
Belchite también es conocido por haber sido el escenario de una de las batallas más duras de la Guerra Civil española: la Batalla de Belchite, que se alargó durante dos semanas entre agosto y septiembre de 1937. El ejército republicano quiso atacar por sorpresa a las tropas nacionales de Franco y cortarles el paso hacia el norte, pero la ofensiva no funcionó. Murieron 5.000 personas y el pueblo acabó completamente devastado.
Una vez terminó la guerra, Franco decidió no reconstruir el pueblo sino crear uno nuevo al lado: para construir Belchite Nuevo, utilizó a los prisioneros republicanos como mano de obra. En la actualidad, las ruinas del Pueblo Viejo pueden visitarse y son un testimonio vivo de la destrucción causada por la guerra.
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Con las exhumaciones se intenta poner fin a la existencia de miles de desaparecidos en España. Para las familias y asociaciones de memoria histórica, el objetivo no es solo aclarar los hechos sucedidos durante la Guerra Civil, sino también restituir la dignidad de las víctimas y promover la justicia.