Ejecuciones extrajudiciales, "desapariciones" |
Aquí la
retaguardia fue más larga...
Pero el 95% de la
matanza fue entre julio de 1936 y mayo de 1937.
¿Por religiosos
o por derechistas?
Fue una persecución
religiosa: ser sacerdote, fraile o monja entrañaba peligro de muerte.
Hoy lo asimilaríamos a un genocidio.
¿Dónde
están sus cuerpos?
Unos desaparecidos,
algunos en fosas... y muchos exhumados y manipulados por Franco, secuestrados
como "mártires" de su "cruzada": ¡han sido doblemente víctimas!
Merecen ser recordados con dignidad.
Alguno sí
sería franquista...
Casi ninguno de
los pobres eclesiásticos asesinados hizo proclamas políticas.
Sí ejecutó Franco por política a 14 sacerdotes vascos.
¿Quién
mató a esos 7.000 eclesiásticos que vivían en el bando
republicano?
Anarquistas de la
FAI, principalmente. Para socialistas o comunistas, ser cura sumaba un
punto en contra de alguien, pero no justificaba matarle si no apoyaba a
los fascistas. En cambio, para los faístas, ¡un cura o una
monja era un enemigo mortal en sí mismo!
¿Por qué
tanta inquina?
La FAI había
teorizado que para culminar su revolución debía suprimirse
el Ejército, el Capital y la Iglesia. De estas tres dianas, ¿cuál
era la más accesible y vulnerable?
¿Curitas
y monjitas?
Sí, y al
estallar la guerra pudieron "hacer productivo el caos", como planificaron
en 1933. Tocaba quemar iglesias y matar curas: de entrada, a los más
caritativos y buenos.
¿Por qué?
Por lógica:
como la religión era un engaño, los curas más santos
y buenos eran los más eficaces engañando al pueblo; por tanto,
los más dañinos. Y con algunos se ensañaban.
¿Cómo?
Antes de matarlos,
a muchos les amputaban brazos, les arrancaban los ojos, la lengua, los
testículos..., y se los metían en la boca. ¡La muerte
simbólica precedía a la literal! Hubo verdaderas cacerías
del hombre por calles y campos, pero esto es ya materia de estudio para
un antropólogo cultural...
¿Qué
hacían Azaña y Companys para impedir estos crímenes?
Poco, presos de
su discurso izquierdista: ser de izquierdas implicaba ser anticlerical,
eso era ser buen republicano... Companys fue más allá: manifestó
admiración por los faístas, que eran dueños armados
de las calles.
¿Nadie
se atrevió a frenarlos?
Autoridades como
el conseller Ventura i Gassol se jugaron la vida expatriando a mucha gente
amenazada por la guadaña faísta..., hasta que él mismo
huyó para salvarse. A mediados de 1937, el gobierno de Catalunya
sí detuvo a 175 personas. A un cabecilla le juzgaron ¡por
estafa!, por quedarse el dinero del rescate pagado por 45 maristas a los
que, tras cobrarles, mandó fusilar.
¿Sabían
de esta persecución religiosa fuera de España?
Tanto desmán
erosionó muchísimo el prestigio de la República ante
Europa. ¡Y bien supo explotar eso Franco en su beneficio!
¿Diría
que la cuestión religiosa fue el gran talón de Aquiles de
la República?
"¡Dios salve
a la República!". Con esta proclama recibieron muchos católicos
a la República..., pero la anticlerical Constitución de 1931
los ahogó. ¡Qué difícil se hacía ser
católico y republicano, ser de derechas y republicano! Aquella intolerancia
lastró la viabilidad de la República, fue un grave error.
¿En qué
abono se enraizaba aquel anticlericalismo?
Desde el siglo XIX
muchos veían a la Iglesia como siempre aliada al poder, a los explotadores
de la gente más humilde...
¿Desaparecieron
muchos bienes de la Iglesia en la República en guerra?
Arrastraron, cuartearon,
ahorcaron, torturaron, fusilaron y quemaron miles de imágenes: fue
una oleada de fobia figurativa, catártica, contra todo lo que había
sido sagrado. Profanaron tumbas, expusieron momias de monjas, incineraron
libros parroquiales, incendiaron templos y los convirtieron en almacenes...
¡Comenzaba un mundo nuevo!
¿Algún
caso le parece muy crudo?
El padre Crescenci
Soler fue quemado vivo en el Camp de la Bota. El padre Francesc Güell,
fusilado y arrojado a un barranco, sobrevivió: unos payeses le llevaron
al hospital de Igualada, y ya curado... le fusilaron de nuevo. Al párroco
de Bellestar, Rafael Eixarch, desnudo, le pincharon con un cuchillo por
todo el cuerpo, le cortaron los genitales, le ataron una piedra al cuello
y le tiraron al río Ebro: logró salir a nado y volvieron
a tirarlo, su cadáver jamás se recuperó...
Esta era la guerra
de carne y hueso...
Y la tragedia de
tantas personas que no osaron oponerse al asesinato de su pariente, su
amigo, su vecino, por cobardía: es muy humano, pero vivir con eso
encima es duro.
Es natural que
prefieras olvidar...
¡Ojalá
nos impregnemos de todo ese dolor para no perder el sentido de vida en
común!
¿Es útil
lo de la memoria histórica?
Sólo si asumimos
los crímenes de la persecución religiosa como parte de nuestra
historia tanto como lo son los bombardeos, las trincheras, los exiliados,
los encarcelados y los fusilados por Franco.