Un informe de Ayuda en Acción destaca la clara correlación que existe entre el grado de formación de las mujeres y su capacidad para prevenir el sida, ya que la educación contribuye al retraso de los matrimonios tempranos, las relaciones sexuales precoces y las prácticas de riesgo.

Sin embargo, existen en el mundo más de 100 millones de niños que no pueden asistir a la escuela. En el África Subsahariana, la tasa de escolarización en la primaria no alcanza el 60%.

Para Alberto Casado, responsable de la campaña stop!SIDA de la ONG, la educación proporciona a las jóvenes el conocimiento de sus derechos y les ayuda a tomar decisiones sobre su salud sexual y reproductiva. Además, las mujeres que han recibido educación son menos propensas a contagiarse.

Las conclusiones del informe, 'The impact of girl´s education on VIH and sexual behaviour', que será presentado en Toronto, desafían al lobby internacional que critica el uso del preservativo como una herramienta eficaz de lucha contra el sida.

"El informe demuestra el valor del uso masivo del preservativo para la gente joven y no sólo en los grupos más vulnerables como los trabajadores sexuales", explica Alberto Casado.

A finales de 2005, la Campaña Mundial por la Educación (CME), en la que participa la ONG, publicó la investigación 'Inercia Mortal. Un estudio comparado entre países sobre la respuestas al VIH/Sida' que revelaba que sólo dos de los 18 países estudiados, entre una muestra de países de África, Asia y América Latina, poseían una estrategia de lucha contra el síndrome coherente con sus sistemas educativos.

La mayoría de los países no han invertido lo suficiente en formación del personal docente para manejar asuntos relacionados con el Sida, ni han adecuado los materiales didácticos con el objetivo de prevenir la pandemia y abordar el problema del estigma.

La falta de escuelas adecuadas, materiales educativos y el acceso universal a una educación básica de calidad, impiden que los beneficios de la educación puedan servir como arma de prevención en la lucha contra la enfermedad viral.
Un freno para la educación

En muchas ocasiones se ha dicho que la educación puede suponer una 'vacuna social' en la lucha contra el síndrome, pero este factor no se está aprovechando lo suficiente. Al mismo tiempo, está afectando de manera determinante y negativa a la hora de conseguir la educación básica de calidad universal, ya que afecta directamente al acceso de los niños a la escuela.

Para Casado, "es necesario un mayor y mejor esfuerzo para hacer frente a una epidemia que cada día causa más de 13.000 nuevos casos".Y continúa: "Urgen planes de educación integrados en las estrategias nacionales de lucha contra la enfermedad y es necesaria una defensa institucional hacia los derechos de los niños y profesores con VIH".