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La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) asegura en un informe hecho público hoy que los gobiernos no han hecho lo suficiente para reducir las desigualdades en materia de educación, pese a que en el año 2000 se comprometieron a que toda la población mundial tenga acceso a la misma en 2015, por lo que millones de niños están "condenados a vivir en la pobreza". En el documento, divulgado en París y presentado simultáneamente en Ginebra (Suiza) y Santiago de Chile, se destaca que el acceso a la educación depende aún de "inaceptables desigualdades" que tienen que ver con la renta, el sexo, la etnia o el lugar de residencia. Por ello, en 2006 (último año del que se tienen datos) había 75 millones de niños -un 55% niñas- sin escolarizar y 776 millones de adultos -dos tercios mujeres- analfabetos. Esta es la principal conclusión del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2009 de la UNESCO.Los expertos del organismo de la ONU consideran que, de seguir la tendencia actual, en 2015 habrá al menos 30 millones de niños sin escolarizar y 700 millones de adultos analfabetos. La UNESCO destaca que la culpa de ello la tienen tanto la "indiferencia" de los gobiernos como el "fracaso" de las donaciones.
Respecto a los avances logrados, el informe resalta el aumento del índice de escolarización en los países en desarrollo, que pasó en el África subsahariana del 54% en 1999 al 70% en 2006, y en el sureste y oeste asiático, que se elevó del 75% al 86%. En América Latina, el informe constata que la mayoría de los países han logrado universalizar la enseñanza primaria y están en expansión la preescolar, secundaria y superior.
La UNESCO subraya el "ejemplo alentador" de los programas impulsados en Ecuador, Brasil y México "de transferencia de dinero en efectivo" a las familias más pobres y menciona el éxito del mexicano Oportunidades, que inspiró en 2007 iniciativas similares en ciertos barrios de Nueva York.
La estrategia para afrontar el reto mundial educativo es, según los autores del informe, actuar cuanto antes y destinar la ayuda exterior para educación a los grupos más vulnerables y desfavorecidos.