Educación y derechos humanos |
Los docentes solemos criticar que los padres están, cada vez más, delegando responsabilidades educativas que le pertenecen (elementos de socialización primaria por una lado, educación vial, educación sexual... etc. por otro) y la educación en valores parece ser una de ellas. La escuela debería reaccionar y tomar la educación en valores como un deber propio para crear ciudadanos más cívicos, si es que la familia desiste de esta función, aunque creemos que no debería hacerlo del todo, y así, establecerse vínculos de colaboración entre familia y escuela en esta tarea. Desde la escuela debemos hacer frente a esta necesidad de educación en valores, la cual debe aparecer en el curriculum explícito, ya que si sólo aparece como eje transversal, como curriculum en la sombra, existe la posibilidad que quede totalmente diluida y sin sentido. Aunque debemos tener en cuenta que debemos hacer un paso adelante más: todos consideramos imprescindible la educación en valores, y, formando parte de ésta, debe estar la educación en Derechos Humanos. Los Derechos Humanos no son simplemente una declaración de buenas intenciones, un futurible de buena voluntad. Se trata de un conjunto de valores fundamentales para la convivencia: derecho a la vida, lucha contra la desigualdad, contra la discriminación, la violencia de género... etc. Durante mucho tiempo, la educación en Derechos Humanos intentaba enfocarse desde el punto de vista de las grandes violaciones de los Derechos Humanos: las dictaduras en Latinoamérica, la lucha contra la pena de muerte, la tortura... etc. Ahora pretendemos enfocar la cuestión de la educación en Derechos Humanos desde temas más cercanos a las vivencias de los alumnos, por ejemplo, la discriminación de la mujer, que es mucho más cercano y afecta a mucha más gente de su entorno.