En una perspectiva de intervención pedagógica, la Unesco vehicula la educación en derechos humanos, la comprensión internacional y la paz a través del denominado Plan de Escuelas asociadas a la Unesco. Iniciado en 1953, su puesta en marcha responde a dos objetivos fundamentales: llevar a cabo trabajos experimentales y programas especiales a fin de establecer nuevos métodos, técnicas y materiales de enseñanza destinados a consolidar la educación para la paz y los derechos humanos (Unesco 1985); en segundo lugar, facilitar intercambios de información, correspondencia, materiales didácticos, estudiantes y personal docente entre escuelas de diferentes países.

El Plan constituye la acción directa de mayor importancia entre las emprendidas por los organismos internacionales. En 1353 eran 33 los centros escolares implicados de 15 estados miembros. En 1978 ya eran más de 1.000 los centros adheridos de 63 países. En 1994 eran más de 3.000 centros de 103 países. En la actualidad son unos 4.600 centros educativos de 174 países. En España en 1991 había 83 escuelas asociadas de todos los niveles educativos de las cuales siete eran de Galicia (Fondevila, 1994); en la actualidad son 124 los centros de todos los niveles educativos, siendo 12 los gallegos (Fondevila, 1998).

Aunque las actividades a desarrollar son competencia de cada escuela, se recomienda que giren en torno a los cuatro grandes contenidos que propugna el Plan: los problemas mundiales y la función del sistema de Naciones Unidas; los derechos humanos (mujer, autodeterminación, minorías, inmigrantes, empleo y desempleo... otros países y culturas (comprensión internacional, derecho a ser diferentes, intercambios); y el hombre y su medio (Unesco 1986). vemos, pues, como desde un principio, la cuestión de los derechos humanos constituye uno de los temas principales de estudio con los que se pretende establecer una base común de trabajo. Incluso en otros temas seleccionados "se hace con frecuencia hincapié en las relaciones humanas, el respeto mutuo, la comprensión entre países y la acción a favor de los derechos humanos" (Unesco, 1969:27).

La incorporación de las temáticas del Plan al curriculum tiene lugar en el marco de las asignaturas y clases existentes, intentando no sobrecargar los planes de estudios. Desde el punto de vista metodológico se recomienda la utilización de los enfoques socioafectivos, a los que nos referimos más adelante en este mismo Capítulo. Las actividades que se realizan constituyen una sistematización de las prácticas recomendadas por la Escuela Nova. Los centros que forman parte de esta iniciativa, reciben las revistas "El correo che la Unesco", publicación mensual que representa una buena fuente de documentación, y "La comprensión internacional en la escuela".

Las instituciones educativas asociadas no constituyen centros docentes especiales, sino que son los propios centros ordinarios de todo el sistema educativo de cada país los que tienen que solicitar su incorporación a este programa mediante la solicitud cursada a la Unesco y acompañada del proyecto educativo del centro, con especial dedicación a los contenidos que se trabajan en el Plan. Los que se incorporan, "asumen la responsabilidad de impartir dicha enseñanza, tanto por sus propios medios como en colaboración con otros participantes en el Plan" (Monclús, 1988:25). En España, el organismo que cataliza y analiza las solicitudes es la comisión Nacional de la Unesco con sede en Madrid, organismo intermediario entre la Unesco y las Escuelas asociadas. Las Escuelas asociadas, a su vez, tienen un coordinador/a para todo el Estado.