Tres años ya de guerra; rehabilitan
los puentes.
Tantas cosas que sé de ti. ¿Quién va a escucharlas?
Sé muy bien, por ejemplo, la canción que cantabas.
Y conozco a tu hermana. Me gustó desde siempre.
Sé de qué tenías miedo, y hasta por qué. Sé
a quién
conociste ese invierno, y lo que le contaste.
Ahora cada noche brilla el cielo en cenizas.
Tu equipo siempre fue de la escuela vecina.
¿Pero por quién peleaste?
Venir cada año aquí, escardar
hierba seca.
Cada año cavar la tierra, pesada, sin vida.
Ver la calma que sigue cada año a la tragedia.
Insistir en que no nos disparaste, a los tuyos.
Pasan olas de lluvia y se esfuman los pájaros.
Pedir perdón por tus pecados.
¿Y qué sé yo de tus pecados?
Para rogar que deje de llover finalmente.
Es más fácil para los pájaros, que nada saben ni de la
salvación ni del alma.