No me pidas que me ame y me odie a la vez,
que tenga la autoestima alta, pero rechace mi cuerpo.No puedo amar un cuerpo abstracto.
No puedo amar un cuerpo que no tengo.
Yo soy este cuerpo que siente y vive hoy.
No puedo sino amarme gorda.No es apología de la obesidad,
es apología del amor corporal,
de cesar la guerra contra mí misma,
de mi derecho a reconciliarme
con quien siempre me dijeron que era un enemigo.Es encontrar la paz.
Es amar este cuerpo
que engorda,
adelgaza,
enferma,
sana,
baila,
envejece
y temblará de placer hasta morir.No es apología de la obesidad.
Es apología de mí.