¡Que se calle el mundo,
que nadie lo nombre!
Un niño se ha muerto,
junto al agua turbia
del Ebro que corre.El niño decía:
-¡Cuando yo sea hombre!Le ha llegado el sueño
entre ruiseñores
a orillas del río.
La voz le han cortado
broncos aviones,
y la luz del día
llegaba a taparlo
con blandos colores.Ya los verdes sauces
no tienen amores,
entre el vientecillo
que lleva canciones,
y lloran de pena,
y hunden en el río
sus leves crespones.¡Que se calle el mundo
que nadie lo nombre!Va contando el viento
que lleva canciones,
que a orillas del Ebro
junto al agua turbia,
un niño dormido
se ha muerto soñando
y ya nunca el niño
llegará a ser hombre.