Leonardo Moledo. Historia de las epidemias, Matías Alinovi. Ed. Capital Intelectual, Buenos Aires, 2009
Era el juicio final, era el azote
de Dios, era la peste
que brutal navegaba hacia el oeste,
como un mar de cenizas humeantes
y dejaba a su paso muelles secos,
ciudades desiertas, pueblos devastados.
En los campos se pudrían los arados,
y el trigo no creció: los flagelantes
se azotaron a traves de los caminos
buscando el perdón de sus pecados,
clamando salvación:
Europa se llenó de peregrinos.Muerte, bubones, cuarentena,
tumba, cadáver, fueron las palabras
de moda.
Cada ermita,
cada altar, cada reliquia,
fue adorada muchas veces.Siempre en vano.
Pero no era la furia divina, era un pequeño
roedor, y una bacteria
navegando en su sangre diminuta.