Y elijo la condición del árbol.
Porque come luz.
¡Qué delicia desayunar transparencia,
almorzar lucidez
cenar ocasos anaranjados!
Y con ellos construir el verdor
y la sombra
y la rara nube que es toda copa
donde se esconde el canto de
los pájaros.
Ahora no puedo,
pero cuando lo deje
seré lo que he elegido.