Después de aquella loca cabalgata,
otro mundo amanece, encadenado;
ferrocarriles sacan lo robado,
de las tierras en las que el hambre mata.Organizado el campo de exterminio,
prosigue la extracción de plusvalía
y degenera en vil carnicería;
luego cambia de rostro el latrocinio,cuando guerra y matanzas se conjugan
con suaves modos, limpios, financieros,
artimañas de sátrapas fulleros
que despojan, destruyen y subyugan.El crimen se disfraza de destino
y abundan los que dicen con firmeza
que es culpa de los pobres la pobreza
y siguen tan tranquilos su camino.Milagro es del engaño sibilino,
lograr que de esta forma se consiga
que en una historia cruel de tanta intriga
nadie quiera encontrar al asesino.