Nada está escrito en la exigencia
de los papeles indelebles,
no consta en páginas sagradas
que nos hallemos obligados
a repetir lo que pasó.Pero con manos ateridas,
ya continuamos hacinando
hierros de lucha y sangre seca,
y levantando nuevas torres
donde gritar de incomprensión.Nada está escrito en el enigma,
pero seguimos excavando
grietas de fuego en las ciudades,
y lapidamos el derecho
de amar la ley que se nos dio.Nada está escrito contra nadie,
pero persisten profecías
de lastimeras advertencias,
y desde el pozo ensimismado,
hay quien eleva su clamor.Nada está escrito en la amargura,
pero hay quien sigue en el desierto
y en la extensión total del hambre,
y nadie alcanza las regiones
que la promesa concedió.