Una criatura
que no jugará más
-hace ya mucho tiempo
que no juega- mira sin expresión
al hombre que nos mira
en la fotografía.Él es un viejo de cuarenta años.
Un mar de hielo lo separa
de la muchacha que acaba
de cumplir once.Yo deseo para ella que encuentre
un árbol, un río que la salve.Su imagen niña me persigue,
se agiganta
sin cesar en mi sueño.